“Trump está nervioso porque la sintonía entre Rusia y China es más sólida de lo que pensaba”
Santiago Armesilla, director del Instituto Beatriz Galindo – La Latina, señala que la alianza entre Moscú y Pekín se consolida como uno de los ejes más sólidos del planeta, con una cooperación que trasciende lo simbólico y avanza en lo económico, militar y diplomático. Destaca la relevancia estratégica de Pakistán, país que mantiene relaciones estables con Rusia y China, y que aspira a integrarse formalmente en los BRICS.
Christian Lamesa, analista internacional, explica que este tipo de eventos permite a Putin reforzar su imagen interna y proyectar fuerza hacia el exterior. Según Lamesa, la participación o el respaldo implícito de países como China en estos actos sirve para lanzar un mensaje claro a Occidente: Rusia no está aislada. Insiste en que la escenificación política del Kremlin está cuidadosamente diseñada para subrayar que el país mantiene relaciones estables fuera del eje occidental, incluso en un contexto de sanciones internacionales.
Luis Rodrigo de Castro, relaciones internacionales del CEU, destaca que la narrativa rusa busca mostrar que existe vida política, económica y estratégica más allá de Occidente, con una Rusia que se rearma, se reorganiza y cultiva alianzas alternativas. Enfatiza, además, que China no se sitúa del todo al lado de Rusia, pero tampoco en su contra, lo cual refuerza una relación ambigua pero eficaz para ambos regímenes.