“Trump nos está tomando el pelo si pretende parar ahora a Putin: Rusia no quiere una paz rápida”
José Manjón, escritor y analista del instituto español de geopolítica, hace referencia a la escalada de aranceles, señalando que, aunque un 50% de aranceles podría ser considerado una victoria para las partes involucradas, la realidad es que la cifra actual, que se acerca al 145%, refleja una guerra económica sin precedentes que se aleja de los estándares tradicionales de las negociaciones comerciales internacionales. Según Manjón, este nivel de aranceles ya empieza a adquirir una dimensión absurda o “sainetesca”, lo que sugiere que la situación es difícil de manejar desde una perspectiva económica racional. Este calificativo de “sainete económico” resalta la rareza de lo que está ocurriendo, sobre todo en términos históricos y políticos, haciendo alusión a lo poco común y casi teatral que resulta el conflicto.
Pedro Ramos, profesor del grado en relaciones internacionales de la Universidad Internacional de Valencia, aborda la guerra comercial iniciada por Donald Trump con una visión crítica y estratégica de las intenciones de la administración estadounidense. Según Ramos, la guerra arancelaria que comenzó durante el primer mandato de Trump tiene una finalidad más amplia que simplemente corregir el déficit comercial con China. En lugar de centrarse únicamente en equilibrar la balanza comercial, Ramossostiene que Trump busca reconfigurar el equilibrio comercial e industrial mundial, un objetivo más ambicioso que implica una transformación estructural de la economía de Estados Unidos.
Javier Martínez López, analista internacional geopolítica y geoeconomía, aborda la situación comercial entre China y Estados Unidos, destacando la importancia mutua de estas dos economías en el contexto global. A partir de datos concretos, Martínez señala que China es el segundo socio comercial de Estados Unidos en 2024, con importaciones estadounidenses desde China alcanzando los 420,000 millones de dólares y las exportaciones estadounidenses a China sumando 144,000 millones de dólares. Estos números reflejan una dependencia mutua significativa, lo que resalta la complejidad de la relación económica entre ambos países, a pesar de las tensiones comerciales.