
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, incrementó esta semana su presión sobre el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en el marco de sus esfuerzos por impulsar un acuerdo de paz con Rusia, una iniciativa que ha generado preocupación tanto en Kiev como en las capitales europeas.
“Creo que tenemos un acuerdo con Rusia. Ahora debemos lograr uno con Zelenski. Pensé que sería más fácil negociar con él, pero hasta ahora ha sido más difícil”, afirmó Trump el miércoles desde el Despacho Oval, dejando entrever frustración por la postura del mandatario ucraniano.
Las declaraciones llegaron poco después de una publicación crítica en redes sociales en la que Trump acusó a Zelenski de prolongar el conflicto, que ya cumple cuatro años desde el inicio de la invasión rusa a gran escala. Según fuentes cercanas a las negociaciones, Estados Unidos y sus aliados han instado a Ucrania a avanzar hacia un alto el fuego como paso previo a cualquier discusión territorial, algo que Kiev considera una amenaza a su soberanía.
En paralelo, Ucrania volvió a sufrir ataques en su territorio. Las ciudades de Kiev y Járkov fueron blanco de una ofensiva aérea con drones y misiles durante la madrugada del jueves. Al menos cinco civiles resultaron heridos, incluyendo un menor, informó la administración militar de la capital en un mensaje en Telegram.
En su mensaje en redes sociales, Trump también criticó duramente a Zelenskiy por rechazar públicamente cualquier reconocimiento de la soberanía rusa sobre Crimea. “Son declaraciones incendiarias como la de Zelenski las que dificultan tanto resolver esta guerra”, escribió Trump. “Estamos muy cerca de un acuerdo, pero el hombre que ‘no tiene cartas que jugar’ debería ya concretarlo”.
Trump, quien podría reunirse próximamente con el presidente ruso Vladimir Putin, mencionó que la cita podría tener lugar durante un viaje a Arabia Saudita el próximo mes, aunque no descartó una reunión posterior. El presidente insistió en que no tiene “favoritos” en este conflicto: “Lo que quiero es alcanzar un acuerdo”.
Estas afirmaciones forman parte de un patrón más amplio de presiones sobre Ucrania. Trump se ha mostrado impaciente con la falta de avances hacia un acuerdo y ha amenazado con retirarse de los esfuerzos de paz si no se alcanza un pacto en el corto plazo. Según Bloomberg, una propuesta estadounidense presentada recientemente en París sugiere congelar el conflicto según las líneas actuales del frente, incluso reconociendo la ocupación rusa de Crimea y flexibilizando ciertas sanciones.
La postura de Trump ha provocado inquietud entre los aliados europeos, que temen que un acuerdo apresurado pueda socavar la seguridad de Ucrania y del continente. Zelenski respondió con diplomacia en redes sociales, destacando la importancia de las conversaciones sostenidas en Londres entre Estados Unidos, Ucrania y potencias europeas: “Hoy hay mucha tensión. Pero es positivo que cinco países se hayan reunido para avanzar en la paz”.
Como respuesta indirecta a Trump, Zelenski también compartió una declaración del primer mandato del presidente en la que Estados Unidos rechazaba la anexión de Crimea por parte de Rusia y se comprometía a mantener esa política.
La creciente presión de Washington ha sido recibida con cautela en Europa. Las capitales del continente han solicitado más detalles sobre la secuencia propuesta por EE.UU. y han insistido en que cualquier proceso de paz debe incluir garantías de seguridad sólidas para Ucrania. Entre estas, se encuentra el mantenimiento de un ejército nacional capaz de disuadir futuras agresiones.
En tanto, el jefe de gabinete de Zelenski, Andriy Yermak, reafirmó el compromiso de su gobierno con una solución pacífica: “Un alto el fuego total e incondicional sería el primer paso hacia una solución integral y una paz justa y duradera”.
Las reuniones celebradas en Londres esta semana se vieron afectadas por el aplazamiento de la visita del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio. El enviado especial de Trump, Steve Witkoff, viajará a Moscú para reunirse con Putin el viernes, en lo que será su cuarto encuentro con el mandatario ruso desde que Trump asumió nuevamente un rol protagónico en las gestiones de paz.
La propuesta estadounidense incluye intercambios territoriales, pero para su implementación sería necesario levantar parte de las sanciones impuestas a Moscú, una medida que requiere la aprobación unánime de los miembros de la Unión Europea.
Mientras tanto, el Kremlin, a través de su portavoz Dmitri Peskov, expresó su disposición a dialogar. “Rusia da la bienvenida a los esfuerzos de mediación de EE.UU., aunque todavía hay muchos detalles por resolver”, declaró el miércoles.
El destino del conflicto parece cada vez más ligado a las negociaciones lideradas por Washington, en medio de un escenario diplomático tenso y con Europa intentando mantener el equilibrio entre la búsqueda de la paz y la defensa de la integridad territorial ucraniana.