Tubacex facturará hasta 1.200 millones en 2025 e integrará alguna empresa para diversificar

Cerrará 2022 en beneficio y con resultados mejores que en años preCovid

BILBAO, (EUROPA PRESS)

Tubacex prevé, dentro de su nuevo plan estratégico, duplicar sus ventas de los años preCovid (2018 y 2019) para 2025 hasta alcanzar los 1.000 o 1.200 millones y se plantea la integración de alguna compañía dentro de su apuesta por la diversificación.

El grupo, que no descarta desinversiones, mantiene su previsión de cerrar 2022 con unos resultados mejores que en los años prepandemia (2018-2019), lo que supone concluir con beneficios, llegando a un beneficio bruto de explotación (Ebitda) superior a los 70 millones.

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En estos momentos, todas las compañías del grupo están en beneficio, salvo las plantas vascas que seguían en pérdidas en el primer trimestre por los elevados costes energéticos.

Estos planes han sido presentados por el consejero delegado de Tubacex, Jesús Esmorís, y su presidente, Francisco García Sanz, en un encuentro con medios con motivo de la celebración este jueves de la junta de accionistas, en la que se ha ratificado el nombramiento como consejero independiente de José Toribio González, así como las renovaciones de Jorge Sendagorta, Iván Martén e Isabel López.

En la junta se ha presentado el nuevo plan estratégico 2022-2025 que pondrá el foco “en energía y movilidad” y tomará como “eje vehicular” la sostenibilidad, “ligada a la rentabilidad” para convertir a Tubacex en “un actor clave”.

El consejero delegado ha explicado que, con la pandemia, se ha acelerado el proceso de descarbonización y la apuesta por nuevas energías. “Pero no podemos quedarnos sin energía en el corto plazo que es lo que desgraciadamente puede pasar”, ha añadido, al tiempo que ha augurado un próximo invierno “muy duro” en cuanto a oferta y demanda de gas.

Según ha manifestado, van a crecer las renovables pero el gas “está para quedarse como energía de transición” y Tubacex apuesta por esa energía “claramente”. Ha subrayado que tienen que “acompañar a sus clientes y a la sociedad” en la transición energética y convertirse “en un proveedor de soluciones multienergía”, y “no necesariamente solo de tubos”.

El consejero delegado de Tubacex ha apuntado que en la empresa quieren reducir su exposición al sector ‘oil&gas’, –principalmente al petróleo– para que pase a representar únicamente un tercio de sus ventas en 2025, –un 30% frente al actual 60%–, y llegar a un ‘mix’ de negocio “más balanceado” con el foco en industrias como la aeroespacial, la farmacéutica, el hidrógeno o aplicaciones de CCS.

El objetivo para 2025 es duplicar las ventas que tenían en los años preCovid (2018-2019) hasta alcanzar los 1.000 o 1.200 millones, conseguir unos márgenes de Ebitda de entre el 12 y el 15% y bajar la deuda a niveles de dos o tres veces el Ebitda.

El nuevo plan tiene dos fases, una primera centrada en los resultados, en generación de caja, bajar deuda y “volver a fortalecer el balance” y una segunda, en los años 2024 y 2025, donde se dará “un paso más importante en la diversificación” y, por ello, se plantea integrar alguna compañía “relevante” de un sector complementario al de Tubacex y que “añada valor”. “Algo que nos complemente en el mundo de energías, pero que no sea del sector ‘oil&gas'”, han dicho desde la entidad.

Esta nueva estrategia está basada en tres pilares, el citado de la diversificación con esa posible adquisición, además de la evolución de sus productos actuales para acompañar la descarbonización, y el impulso a su presencia en energías de bajas emisiones. Para ello, se apoyará en cinco ejes que son su plan de sostenibilidad, la estabilidad del negocio actual, la diversificación, la reducción de deuda neta y ganar competitividad.

NO DESCARTA DESINVERSIONES

Además, dentro de los planes previstos, están analizando “potencialmente” desinversiones en áreas “no estratégicas”, pero “siempre y cuando añadan valor”. “Se está analizando no quiere decir que lo vayamos a hacer”, ha indicado el presidente.

En su repaso a 2021, el consejero delegado del grupo ha señalado que, en un contexto en el que cayeron a casi la mitad las inversiones en ‘oil&gas’, su cartera de pedidos se sitúo en los niveles más bajos de su historia y cerraron con unos resultados “desastrosos” de pérdidas de 32,2 millones y ventas de 365 millones.

En ese contexto, se centraron “en lo esencial” que era “tapar la herida” para la mayor reducción de costes posibles (30 millones), garantizar la posición financiera y no parar la actividad comercial, todo ello para “reposicionar a Tubacex para el futuro”.

Las medidas adoptadas, además de reducir costes, les ha permitido aumentar en flexibilidad y focalizarse en productos de alto valor añadido. Junto a ello, se han dado “pasos importantes” en la diversificación, con pedidos relevantes en el ámbito aeroespacial y el del hidrógeno, además de firmarse más de 20 acuerdos a largo plazo con clientes. “El grupo ha salido muy fortalecido de la crisis”, ha agregado su presidente.

A pesar de que 2021 cerró con pérdidas, se logró volver al beneficio en el último trimestre y la firma cuenta con una cartera de pedidos superior a los 500 millones basada en “menos toneladas y más valor añadido” y un mercado energético “en expansión”.

El presidente de Tubacex ha afirmado que el comienzo del año ha estado marcado por una “inestabilidad bastante fuerte”, por una parte, por la inflación basada en la energía y por los “altos” precios de materias primas. Junto a ello, no han ayudado los cambios en las políticas monetarias y la situación geopolítica.

Esmorís ha precisado que fue en la segunda parte de 2021 cuando se volvió a reactivar el mercado y ahora se muestran “relativamente optimistas” respecto al corto y medio plazo.

Por lo tanto, si continúa la evolución positiva y con un mercado en recuperación pese a existir “muchas dudas externas”, esperan obtener en 2022 unos resultados, tanto en Ebitda, como ventas y beneficio, por encima de los de 2018 y 2019, año ese último que cerró con un beneficio de 11,1 millones, unas ventas de 613,5 millones y un Ebitda de 67,1 millones, que en 2022 prevén que esté por encima de los 70 millones frente a los 17,5 millones en 2021.

El consejero delegado ha recordado que en el primer trimestre se han casi duplicado los ingresos y sigue la entrada de pedidos “fuerte”. Su mayor preocupación tiene que ver con la inflación de materias primas y, sobre todo, el coste energético, que “lastra la cuenta de explotación”.

PLANTAS VASCAS EN PÉRDIDAS

En estos momentos, todas sus compañías del grupo están en beneficio, salvo las plantas vascas, que en el primer trimestre del año seguían en pérdidas, sobre todo por los costes energéticos que se han “multiplicado por cuatro o por cinco”. En todo caso, ha afirmado que están “en la vía de solución”.

Además, ha reconocido que al acuerdo de congelación salarial cerrado en sus plantas de Llodio y Amurrio tras meses de huelga en 2021 “ayuda” a la situación, pero “lo que más ayuda es la apuesta por menos toneladas y mayor valor añadido”.

Así, García ha apuntado que se puede conseguir ese mayor valor añadido porque el acuerdo alcanzado les ha hecho “mas competitivos”. “Si se sigue por ese camino y vamos a las nuevas tecnologías y somos capaces de añadir más valor con menos toneladas, quién dice que ese valor añadido no se puede hacer en el País Vasco”, ha dicho.

Esmorís, que ha reconocido que “menos toneladas significa menos personas”, ha precisado que, en el caso de sus fábricas en Euskadi, no hay previsión de otra reestructuración, aunque tampoco de “incrementar mucho la plantilla”. Ha añadido que las plantas vascas ahora mismo están “bien posicionadas, en los productos correctos y, si se hacen las cosas bien, hay una estabilidad sin ninguna duda”.

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