
El canciller alemán Friedrich Merz anunció que Ucrania ya tiene permiso para utilizar armamento suministrado por sus aliados occidentales para atacar objetivos militares dentro del territorio ruso, una decisión que marca un cambio drástico en las reglas de compromiso de los países que apoyan a Kiev.
“Ya no existen límites de alcance para las armas entregadas a Ucrania, ni por parte del Reino Unido, ni de Francia, ni de nosotros, y tampoco de los estadounidenses”, declaró Merz durante una conferencia en Berlín este lunes. “Esto significa que Ucrania puede defenderse atacando posiciones militares también en Rusia”.
Estados Unidos ya había autorizado el uso de sistemas de misiles tácticos ATACMS en regiones fronterizas con Rusia. El Reino Unido, por su parte, permitió a Ucrania emplear misiles de crucero Storm Shadow contra objetivos más profundos. Alemania, aunque durante mucho tiempo se negó a enviar sus misiles de largo alcance Taurus, ahora bajo el liderazgo de Merz, muestra una postura más favorable a su uso.
El cambio en el enfoque de los aliados occidentales se produce tras un ataque masivo con drones por parte de Rusia, considerado el mayor desde el inicio de la invasión a gran escala hace más de tres años. Europa ha condenado la falta de avances hacia un alto el fuego, y líderes como el presidente ucraniano Volodímir Zelenski han pedido desde hace tiempo autorización para atacar dentro de Rusia, argumentando que es clave para frenar las cadenas logísticas y neutralizar equipos bélicos empleados contra Ucrania. Los recientes bombardeos rusos han dado un nuevo impulso a esa petición.
El presidente estadounidense Donald Trump también expresó su frustración con el presidente ruso Vladímir Putin por la falta de avances en la resolución del conflicto. Este domingo, Trump calificó a Putin de “absolutamente LOCO” por “matar innecesariamente a muchas personas” mediante ataques con drones y misiles, y dijo que está considerando nuevas sanciones contra Rusia.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió que permitir a Ucrania realizar ataques de largo alcance podría poner en peligro los esfuerzos diplomáticos para alcanzar una solución política. Calificó la decisión como “peligrosa” y restó importancia a las declaraciones de Trump, tachándolas de “reacción emocional”. El Kremlin defendió su campaña de ataques masivos como una respuesta a agresiones ucranianas.
Estas declaraciones refuerzan la percepción de que Putin está dispuesto a prolongar el mayor conflicto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. A pesar de la presión internacional, Moscú mantiene exigencias máximas para poner fin a la guerra, que ya entra en su cuarto año. Merz, quien asumió el cargo este mes tras una campaña donde adoptó una postura más firme ante Moscú que su antecesor Olaf Scholz, afirmó que su gobierno hará “todo lo que esté a nuestro alcance” para sostener el apoyo militar a Kyiv. La semana pasada, abogó públicamente por destinar hasta un 5% del PIB alemán a defensa.
Zelenski tiene previsto visitar Berlín este miércoles, según una fuente cercana al gobierno alemán. Durante su estancia, se espera que el mandatario ucraniano y Merz discutan el fortalecimiento del apoyo militar alemán y los esfuerzos diplomáticos para lograr un alto el fuego.
Desde Vietnam, el presidente francés Emmanuel Macron declaró que fijar un plazo claro al Kremlin serviría para demostrar que Putin “está mintiendo”, e instó a Trump a respaldar sus palabras con acciones concretas. “Hemos visto recientemente a Donald Trump expresar su ira. Espero simplemente que eso se traduzca en hechos”, dijo Macron.
En la noche del domingo al lunes, Rusia lanzó un número récord de drones y nueve misiles de crucero contra distintas regiones de Ucrania, según informó Zelenski en la red social X. Los ataques, que se prolongaron durante tres noches consecutivas, causaron varios heridos y daños en infraestructura civil. El domingo, las autoridades ucranianas informaron de al menos 12 muertos en los ataques nocturnos, lo que llevó a Zelenski a renovar su llamado a aplicar más sanciones contra Moscú. Estos bombardeos coincidieron con un tercer día de intercambio de prisioneros entre ambos países.
La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, calificó los últimos ataques rusos como “absolutamente atroces” y subrayó la necesidad de “aumentar la presión sobre Rusia”.
En respuesta, Ucrania intensificó sus propios ataques con drones contra el centro de Rusia, en una estrategia que ya no se limita a incursiones nocturnas. El Kremlin afirmó que los ataques rusos más recientes son represalias por los daños infligidos por Ucrania a su infraestructura civil.
El lunes, Rusia aseguró haber repelido 96 drones lanzados por Ucrania durante la noche anterior, algunos de los cuales se dirigieron hacia Moscú, provocando interrupciones en vuelos en los principales aeropuertos de la capital.
Trump también dirigió críticas a Zelenski, acusándolo en su red Truth Social de causar problemas con sus declaraciones. “El presidente Zelenski no está ayudando a su país hablando como lo hace. Todo lo que dice genera conflictos. No me gusta, y debe parar”, escribió.
Este giro en la política militar occidental marca una nueva etapa en el conflicto, con el potencial de intensificar aún más los combates mientras las opciones diplomáticas siguen estancadas.