ÚLTIMA HORA | Los aranceles de Trump entran en vigor. China quiere ganar. Y el castigo al mercado
Los futuros europeos está en caída del 3%. Lo que se tiene encima de la mesa es un cambio del orden mundial, así lo indicaba Donald Trump: “Hoy es un gran día muy importante para mí porque vamos a traer de vuelta a EEUU la industria. Una industria como la del carbón que estaba abandonada a pesar de ser la mejor. La mejor en términos de poder, de poder real. Me siento muy honrado. Los países están volviendo al bello carbón limpio. China abre dos plantas cada semana, Alemania se volvió verde, se pusieron tan verdes que casi se apagaron y se fueron a la quiebra porque el viento no soplaba y ahora están volviendo de nuevo al carbón”.
La guerra arancelaria ha entrado con todas las de la ley. China, ahora hay que esperar a su movimiento, parece que no va a perder. Cada vez más se ve que las tensiones van a crecer, estamos en un mundo proteccionistas, donde se verá si las tensiones generarán más guerras. Otro escenario, habría que ver si se producirá un decoupling por parte de Trump sin sanciones, sólo con aranceles. La fotografía de cambio, de ola distinta, analiza al mercado. El movimiento es masivo en Europa a la espera de una reacción de China. El comportamiento comienza a preocupar al inversor.
No hay consuelo para el inversor. Se empieza a ver una vuelta hacia la semana pasada con un comportamiento diferente: el bono a 10 años americanos. La renta fija, está en contra del movimiento del mercado: subiendo. Hay mucha tensión con el papel fundamental de la volatilidad. La presión al alza de los bonos es impresionante. Mientras, en Japón, el mercado está sufriendo.
El petróleo también acusa el golpe. El barril de West Texas cae cerca de un 4%, situándose en el entorno de los 57,6 dólares. El mercado interpreta que el endurecimiento de la guerra comercial puede frenar la demanda global de crudo, alimentando los temores a una recesión. JP Morgan sitúa ya en un 79% la probabilidad de una recesión en los próximos meses, según su modelo de previsión económica. El deterioro de las perspectivas se acelera mientras la incertidumbre crece.
Desde el entorno de Trump, las señales son claras: “Cuando a Estados Unidos se le golpea, devuelve el golpe con más fuerza”, declaró uno de sus portavoces. La Casa Blanca mantiene, sin embargo, la puerta abierta a una negociación con Pekín. “El presidente cree que Xi y China quieren un acuerdo, pero no saben cómo empezarlo. Si China da el primer paso, Trump será increíblemente generoso. Pero hará lo mejor para el pueblo estadounidense”.