Matías Warnig, amigo y aliado cercano del presidente ruso Vladimir Putin, está llevando a cabo gestiones para intentar reactivar el gasoducto Nord Stream 2 entre Rusia y Alemania, una infraestructura que nunca llegó a ser utilizada, con el apoyo de inversores estadounidenses.
Según informa Financial Times, las conversaciones secretas entre Rusia y EEUU se estarían llevando a cabo en Suiza, según fuentes consultadas por el periódico. Warnig, exagente de la Stasi en la Alemania Oriental, fue quien ideó este plan, dado que hasta 2023 dirigió la empresa matriz de Nord Stream 2, con sede en Suiza, para la compañía estatal rusa Gazprom, propietaria de la infraestructura construida con préstamos de cinco grandes energéticas europeas.
El plan de Warnig incluiría la implicación de inversores estadounidenses, quienes facilitarían el acceso a la administración del presidente Donald Trump. Este movimiento formaría parte de los esfuerzos extraoficiales para poner fin a la guerra en Ucrania, al mismo tiempo que se profundizan los lazos económicos entre EEUU y Rusia.