ZELAIA: “La capacidad de respuesta de Irán no es la sorpresa; la imprevisibilidad es la de EEUU”
Adrian Zelaia, presidente en Ekai Group, señala que la Unión Europea ha logrado convocar una cita crucial en Ginebra, en un momento donde las tensiones entre Irán e Israel están en su punto más alto. En esta reunión, la diplomacia europea intenta abrir una vía para el diálogo con Irán, buscando evitar que Estados Unidos se vea obligado a atacar, y al mismo tiempo hacer frente a las preocupaciones israelíes respecto al desarrollo nuclear iraní.
Mantiene que Europa enfrenta un riesgo muy directo: si Estados Unidos lanza un ataque contra Irán, este podría responder cerrando el estrecho de Ormuz, una arteria vital para el comercio energético mundial, lo que provocaría un daño económico severo especialmente para Europa. Y, cree que esta amenaza explica por qué la Unión Europea intenta una postura propia y específica, distinta a la de Estados Unidos, cuyo enfoque resulta más imprevisible bajo la administración Trump.
Zelaia insiste en que la escalada actual no es una sorpresa para nadie, ya que tanto Estados Unidos como Israel sabían desde hace tiempo de la capacidad misilística iraní, incluyendo el desarrollo de misiles hipersónicos capaces de superar las defensas israelíes. La diferencia ahora es que Irán está empezando a demostrar esa capacidad, y las defensas de Israel son cada vez menos efectivas. Esto sitúa la situación en un escenario muy peligroso, donde la provocación podría ser una estrategia calculada de Israel para involucrar más a Estados Unidos.
Sobre la postura de Trump, explica que el presidente está tomando tiempo para decidir si atacar o no a Irán, evaluando riesgos técnicos y estratégicos. Por ejemplo, hay dudas sobre la capacidad real para destruir instalaciones nucleares iraníes que están muy profundas bajo tierra, y el miedo a un fracaso militar y a una escalada regional que podría implicar el despliegue masivo de tropas estadounidenses en Oriente Medio.
Respecto al estrecho de Ormuz, aunque Irán posee la capacidad militar para cerrarlo, recuerda que esto implicaría una acción de alto riesgo que afectaría a múltiples países, por lo que probablemente sería una medida de último recurso, empleada solo si la situación se deteriora gravemente. Sobre los objetivos militares israelíes, subraya que Israel ya no oculta su intención de eliminar al líder iraní Ali Jamenei, aunque advierte que tal acción probablemente no cambiaría sustancialmente la postura geopolítica de Irán y solo prolongaría el conflicto. Además, el bombardeo de instalaciones nucleares representa un riesgo enorme, con el potencial de provocar un desastre comparable a Chernóbil en la región.
En el plano internacional, mantiene que Rusia y China juegan un papel estratégico, ambos países ven a Irán como un aliado clave dentro del bloque de países emergentes y no permitirán un cambio de régimen favorable a Occidente en Irán. Afirma que ya están suministrando armamento y apoyo logístico a Irán, manteniendo un delicado equilibrio para evitar una derrota total del régimen, pero sin una intervención directa que pueda desencadenar un conflicto global.