MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
El exministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha confirmado que durante su etapa en el Ministerio despachaba habitualmente con el empresario Carlos De Aldama porque este trabajaba para la aerolínea Air Europa, que fue rescatada con 475 millones de fondos públicos durante la pandemia.
De Aldama, que también es presidente del Zamora CF, fue uno de los detenidos la semana pasada por la presunta trama de mordidas en los contratos de material anticovid durante el coronavirus, al igual que el asesor de Ábalos, Koldo García Izaguirre.
Este jueves, en una entrevista en Cuatro recogida por Europa Press, el también exsecretario de Organización del PSOE ha señalado que mientras fue ministro hablaba de forma constante con De Aldama por la importancia de la aerolínea para su departamento y para el país.
Así, ha subrayado que Air Europa es un compañía «de bandera» de propiedad española y por tanto mantenía una relación «muy directa y muy importante» con el Ministerio. «Y esta persona estuvo trabajando ahí», ha apuntado.
En la misma línea señala que hablaban con asiduidad de los problemas que tenía la compañía en la Terminal 2 del aeropuerto de Madrid Barajas y sobre el deseo de cambiarse a la Terminal 4, en la que principalmente opera Iberia. «Con esta compañía, muchísimo trato», ha subrayado.
Ábalos admite que De Aldama le preguntaba por el rescate de la compañía, a la que finalmente se entregó 475 millones de euros a cuenta del fondo de apoyo a la solvencia destinado a dar apoyo a las compañías estratégicas que se vieron impactadas por la pandemia de Covid 19 y las restricciones para viajar.
Destaca además que este fue «el primer expediente que se solucionó» y que en ese momento algunos lo criticaron por ser «excesivamente estatalista», porque había una penalización de nacionalización en caso de incumplimiento. «Algunos pensaron que eso era demasiado gravoso para la compañía», ha defendido.
Ábalos también ha mencionado que abordó con él, desde antes de la pandemia, el acuerdo de compra de Air Europa por parte de Iberia, que todavía no se ha llevado a cabo. Así, ha remarcado que era un tema muy relevante para España y también para la Comisión Europea, que tenía que abordar esa fusión.
De este modo, ha tratado de justificar la pertinencia de mantener una relación fluida con una persona que trabajaba para esta compañía. «Estamos hablando de temas de mucha envergadura en el transporte aeronáutico y de carácter estratégico para el país, ¿cómo no vamos a estar despachando?», ha señalado.
Señala además que la empresa les pidió que intercediera delante de la Comisión Europea y por tanto tuvieron que mediar para evitar los reparos que el gobierno comunitario planteaba a la operación.