Un congresista de EE UU dice que el 3I/ATLAS "no es un cometa ni un meteorito"
En un debate que mezcla ciencia, política y el eterno misterio del espacio, el congresista estadounidense Tim Burchett —uno de los políticos más vocales en asuntos relacionados con fenómenos aéreos no identificados— ha vuelto a sacudir las redes sociales. Esta vez, señalando directamente al objeto interestelar 3I/ATLAS.
Según Burchett, 3I/ATLAS no es un cometa. Ni un meteorito. Ni nada que “encaje” con lo que la comunidad científica ha dado por válido hasta ahora. Su afirmación ha generado una ola inmediata de teorías y preguntas, especialmente porque proviene de un político que lleva años denunciando falta de transparencia en fenómenos espaciales y UAPs.
¿Qué es 3I/ATLAS y por qué es tan especial?
3I/ATLAS es el nombre provisional de un objeto detectado atravesando el sistema solar. El prefijo “3I” indica que se trata del tercer objeto interestelar observado desde la Tierra, después de los ya famosos ‘Oumuamua (1I) y 2I/Borisov, ambos motivo de intensos debates científicos.
Aunque los astrónomos lo clasificaron inicialmente como un cometa, Burchett no está convencido.
El congresista afirma que el comportamiento de 3I/ATLAS no encaja con la dinámica típica de un cometa, y su comentario ha sido amplificado por perfiles divulgativos como Red Panda Koala, generando miles de reacciones.
Burchett vuelve a desafiar la versión oficial
Esta no es la primera vez que el congresista señala irregularidades en fenómenos astronómicos. Burchett sostiene desde hace años que el Gobierno estadounidense oculta datos sobre objetos no identificados y que existe una “falta de honestidad estructural” en lo que el público recibe como explicación.
Ahora, con 3I/ATLAS, lanza un nuevo mensaje:
“No es un cometa ni un meteorito.”
Las implicaciones de esa frase, dicha por un miembro del Congreso, van desde la crítica a la NASA hasta la insinuación de que podría tratarse de tecnología no humana… o simplemente de que se están ocultando detalles esenciales.
La comunidad científica mantiene la cautela
Mientras tanto, los astrónomos piden calma. La mayoría defiende que 3I/ATLAS muestra características compatibles con un cometa interestelar —aunque reconocen que es un objeto muy poco estudiado y que todavía quedan datos pendientes.
Otros investigadores recuerdan que ya ocurrió con ‘Oumuamua, cuyo movimiento no gravitacional generó titulares sobre posible tecnología alienígena, aunque finalmente no se pudo probar nada concluyente.
3I/ATLAS podría ser un caso similar: un visitante interestelar con un comportamiento extraño, sí, pero no necesariamente artificial.
¿Por qué importa este debate?
Porque cada nuevo objeto interestelar que pasa por el sistema solar nos abre una ventana única para estudiar materiales y dinámicas procedentes de otros sistemas planetarios. Y porque, cuando un político con acceso a comités del Congreso afirma que no estamos ante un cometa, las preguntas se disparan:
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¿Sabe algo que no ha sido revelado públicamente?
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¿Hay datos clasificados relacionados con la trayectoria o la composición del objeto?
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¿O se trata simplemente de una interpretación personal amplificada por las redes?
Un misterio que seguirá creciendo
A falta de información oficial más detallada, 3I/ATLAS seguirá alimentando hipótesis, desde las más conservadoras hasta las más extravagantes. Lo único cierto, por ahora, es que la frase de Burchett ha vuelto a poner el foco sobre cómo se comunica —o no— la información sobre objetos no identificados en el espacio.
Y el debate apenas acaba de empezar.