Europa abre en rojo: los mercados reaccionan con dudas antes de nuevos datos económicos
Las bolsas europeas amanecieron este lunes con un tono negativo. El arranque de la semana estuvo marcado por el recelo de los inversores, pendientes de la llegada de nuevos datos macroeconómicos que podrían marcar la pauta de los próximos días. A primera hora, el DAX alemán retrocedía un 0,21%, arrastrado por la caída del 1,11% de Bayer, mientras el CAC 40 francés cedía un 0,73% tras la caída del 2,63% de Crédit Agricole.
El Euro Stoxx 50, que agrupa a las grandes compañías de la región, se dejaba un 0,2% con BNP Paribas a la baja un 2,06%. En el Reino Unido, el FTSE 100 mantenía la estabilidad y cotizaba prácticamente plano.
Los inversores miran esta semana hacia varios frentes. En primer lugar, el desempleo en Suiza, referencia para medir la solidez del mercado laboral de uno de los países más estables de Europa. A ello se suma la producción industrial española, que servirá para evaluar la capacidad de recuperación del tejido productivo tras los últimos meses de moderación. Y como telón de fondo, el nuevo informe de confianza del consumidor, barómetro del ánimo de los hogares europeos en un contexto de inflación persistente y tipos de interés elevados.
En el mercado de divisas, el euro retrocedía un 0,42% frente al dólar y se cambiaba a 1,16938 dólares a las 8:59 CET. La libra esterlina también mostraba debilidad, con un descenso del 0,29% frente al billete verde hasta los 1,34401. Estas correcciones reflejan la fortaleza del dólar en un escenario global todavía dominado por la expectativa de movimientos de la Reserva Federal y la evolución de la economía estadounidense.
Los analistas señalan que la prudencia domina el arranque semanal. Las tensiones geopolíticas, la volatilidad en los precios de la energía y el temor a una ralentización más profunda en la eurozona siguen condicionando las decisiones de inversión. Al mismo tiempo, los bancos centrales mantienen un discurso firme sobre la necesidad de consolidar la estabilidad de precios, lo que mantiene bajo presión a la renta variable.
El sentimiento inversor se mueve así entre la cautela y la búsqueda de oportunidades. En este contexto, la publicación de datos macroeconómicos en los próximos días podría ser determinante para marcar la dirección del mercado. Si las cifras sorprenden al alza, podrían ofrecer cierto respiro a las bolsas europeas; en caso contrario, reforzarían el escenario de desaceleración que ya descuentan muchos operadores.
En cualquier caso, los próximos días serán clave para calibrar la verdadera temperatura de la economía europea. La evolución de los índices bursátiles dependerá tanto de los datos que se publiquen como de la capacidad de los inversores para interpretar si la eurozona está entrando en una fase de consolidación lenta o en una ralentización más profunda de lo previsto.