Mercados al rojo vivo: EE. UU. baja rentabilidades mientras crecen las tensiones con Pekín

Trump, China y la caída de la deuda norteamericana: los bonos reflejan la escalada comercial

EPA/MICHAEL REYNOLDS
Las rentabilidades de los bonos del Tesoro de EE. UU. sufrieron ayer fuertes descensos: el rendimiento del bono a 10 años tocó su nivel más bajo desde el 12 de septiembre. La causa principal: el recrudecimiento de la tensión comercial entre Washington y Pekín, con China acusando al gobierno estadounidense de prácticas “incorrectas” y sancionando empresas vinculadas a Corea del Sur. En este contexto, los inversores buscan refugio en la renta fija y reevaluar riesgos en mercados volátiles.

Los rendimientos en el mercado de bonos estadounidense se movieron a la baja con fuerza este martes. El papel a 10 años cayó 3,8 puntos básicos hasta el 4,013 %, mientras que el bono a 30 años retrocedió 2,2 puntos, situándose en el 4,612 %. El papel a dos años también cedió terreno, con un descenso de 5,2 puntos básicos hasta el 3,47 %. Estas caídas ocurren en un contexto en el que los temores sobre una escalada comercial entre Estados Unidos y China cobran protagonismo. Pekín acusó a Washington de llevar a cabo prácticas injustas y exigió una corrección que permita retomar las negociaciones. A su vez, el Ministerio de Comercio chino impuso sanciones contra cinco subsidiarias estadounidenses de la compañía surcoreana Hanwha Ocean Co.

Para los mercados, esto significa menos apetito por activos de riesgo, mayor demanda por bonos del Tesoro —considerados refugio seguro— y un reajuste de las expectativas sobre la política monetaria futura. La curva de rendimientos refleja una clara aversión al riesgo, mientras los analistas advierten de que esta caída podría anticipar un cambio en el ciclo de tipos si la economía muestra señales de desaceleración.

Entre los factores que explican el movimiento, destacan la escalada verbal entre ambos países y las posibles represalias económicas derivadas. La amenaza de nuevos aranceles sobre productos chinos por parte de Estados Unidos y la respuesta de Pekín elevan la tensión comercial justo cuando los mercados esperaban una tregua. Ante este escenario, los inversores han optado por refugiarse en la renta fija, lo que impulsa el precio de los bonos y, como consecuencia, reduce sus rendimientos.

A ello se suman las especulaciones sobre el rumbo de la Reserva Federal. Algunos analistas creen que la caída de los rendimientos podría abrir la puerta a una política más moderada si los indicadores macroeconómicos muestran debilidad. Aunque el banco central mantiene su objetivo de controlar la inflación, la presión internacional y la incertidumbre global podrían llevarlo a suavizar su discurso.

El movimiento también se ha reflejado en los mercados de materias primas. Los precios del oro y la plata registraron alzas significativas, mientras que el crudo perdió fuerza ante la posibilidad de que la tensión comercial afecte a la demanda global. En las bolsas, la jornada se saldó con ligeras caídas en los principales índices, mostrando la cautela de los inversores ante un panorama geopolítico inestable.

Los expertos coinciden en que este descenso en los rendimientos del Tesoro refleja un fenómeno mayor: los mercados están descontando un riesgo creciente en la relación económica entre Estados Unidos y China. La búsqueda de activos seguros y las dudas sobre la evolución de la política monetaria apuntan a semanas de volatilidad. En este contexto, la atención estará puesta en cualquier gesto diplomático que reduzca la tensión y en los indicadores adelantados que confirmen si la economía estadounidense mantiene su fortaleza o entra en una fase de enfriamiento.

El mensaje de fondo es claro: cuando los bonos suben y sus rendimientos caen, los mercados están hablando. Y hoy, lo que dicen es que la confianza global atraviesa un momento delicado, marcado por la incertidumbre comercial, la política internacional y las expectativas sobre los próximos pasos de la Reserva Federal.