Dow Jones cae 200 puntos, Wall Street frena el ‘rally de Santa’ mientras el oro se hunde y la energía toma el mando
La llamada ‘Santa Claus rally’ —los últimos cinco días de cotización del año y los dos primeros de enero— ha comenzado con el trineo de Santa patinando: el cambio acumulado a tres días del S&P 500 ronda ya el -0,15 %, pese a que el índice se mantiene a menos de un 1 % del umbral simbólico de los 7.000 puntos y el Dow Jones viene de marcar máximos históricos. Con todo, 2025 se encamina a cerrar con ganancias de doble dígito para los tres grandes índices y un bull market que se mantiene vivo desde octubre de 2022.
El ‘rally de Santa’ tropieza en la salida
La sesión de este lunes en Nueva York ha abierto en rojo y se ha mantenido con caídas contenidas: el Dow Jones se ha movido en torno al -0,14 % / -0,4 %, el S&P 500 alrededor del -0,3 % y el Nasdaq Composite entre el -0,4 % y el -0,7 %. El mensaje es claro: tras los máximos recientes, los inversores optan por recoger beneficios en tecnología y meterse en valores más defensivos.
El contexto, sin embargo, sigue siendo el de un mercado claramente alcista. Los tres índices encadenan subidas de doble dígito en el año, con el S&P 500 sumando cerca de un 17 % desde enero y tanto el S&P como el Dow camino de su octavo mes consecutivo en positivo. La narrativa del bull market se sostiene sobre tres pilares: IA, expectativa de bajadas de tipos en 2026 y una economía estadounidense resiliente.
Oro y metales preciosos, los grandes perdedores
El golpe más visible del día llega en los metales preciosos. El oro al contado cae más de un 4 %, frenando en seco el rally que lo había llevado a encadenar máximos históricos en semanas previas. Los mineros de oro y plata sufren aún más: el índice de referencia del sector se hunde cerca de un 6 %, y el subíndice de Materiales del S&P 500 (S5MATR) recorta más de un 1 %, siendo el peor sector del día.
La corrección llega después de que la plata superara por primera vez los 80 dólares por onza, un hito que ha dejado al mercado especialmente vulnerable a cualquier toma de beneficios. El movimiento se ve amplificado por el ligero retroceso del dólar y del bitcoin, lo que da un giro brusco a un trade que, hasta hace apenas unos días, parecía imparable.
La energía toma el relevo en el S&P 500
En el lado opuesto, el sector energético emerge como el gran ganador de la jornada. El subíndice de energía del S&P 500 (SPN) avanza entre el 0,7 % y el 1 %, apoyado en un repunte del crudo, que sube más de un 2 % mientras el mercado pondera las conversaciones sobre Ucrania frente a las perspectivas de oferta.
Este movimiento refleja una rotación clásica de fin de año: salida de segmentos que venían muy calientes —tecnología, metales preciosos— y entrada en sectores con flujos más defensivos o valorizaciones más razonables, como utilities, consumo básico y energía.
Tecnología corrige, pero el bull market sigue vivo
La presión vendedora se concentra en la gran tecnología y los valores ligados a la inteligencia artificial. El subíndice de Information Technology del S&P 500 se deja alrededor de un 0,7 %; Nvidia cae un 1,6 % y Tesla retrocede en torno a un 2,2 % tras haber marcado máximos históricos la semana anterior.
Pese al tropiezo, el sector sigue siendo la columna vertebral del ciclo alcista actual. Parte del impulso viene del optimismo generado tras las previsiones positivas de Micron Technology, que hace unas semanas reforzó la narrativa de que la demanda de chips ligados a IA y centros de datos seguirá siendo robusta en 2026.
Entre las historias corporativas del día destaca DigitalBridge, que se dispara cerca de un 10 % tras conocerse el acuerdo de compra por parte del grupo japonés SoftBank en una operación valorada en 4.000 millones de dólares. El movimiento confirma el apetito por los activos de infraestructura digital en pleno boom de datos y conectividad.
Datos macro: vivienda, Fed y bonos al fondo
En el frente macroeconómico, la única referencia relevante ha sido el dato de ventas de vivienda pendiente de noviembre, que ha sorprendido al alza con un +3,3 %, muy por encima del +1 % esperado. La cifra aporta algo de alivio a un segmento castigado por el repunte de tipos, aunque el mercado asume que el ciclo de endurecimiento monetario está ya en su fase final.
El rendimiento del Treasury a 10 años se desliza ligeramente hasta el entorno del 4,12 %, en un movimiento que da algo de oxígeno a los activos de riesgo. En Europa, el Euro STOXX 600 avanza en torno a un 0,1 %, mientras que el dólar y el bitcoin ceden terreno.
La atención de los inversores se centra ahora en las actas de la última reunión de la Fed y en las solicitudes semanales de desempleo, en una semana con un calendario de datos relativamente ligero y un volumen de negociación reducido por las festividades (los mercados estadounidenses estarán cerrados el jueves por Año Nuevo).
Un final de año en clave de rotación
Con los principales índices camino de su tercer año consecutivo de subidas y de nuevas ganancias de doble dígito, el arranque débil de la ‘Santa Claus rally’ no cambia el cuadro de fondo, pero sí envía una señal: a falta de catalizadores macro, será el “momentum interno” del mercado —como apuntan algunas casas de inversión— el que marque el tono de estos últimos días.
Si Wall Street quiere cerrar 2025 “por todo lo alto”, necesitará que la tecnología vuelva a tirar del carro. De momento, el trineo de Santa ha resbalado en la salida, con oro y metales preciosos corrigiendo con fuerza y la energía recogiendo el testigo en un cierre de año que, pese a la volatilidad de corto plazo, sigue dominado por un gran titular de fondo: el bull market continúa, pero cada vez es más selectivo.