Dow Jones cae, Ingram Micro paga la factura del susto en la IA: así le ha afectado el giro bajista de Wall Street
No ha sido un mal día solo para Ingram Micro, sino para casi todo lo que huela a tecnología y a inteligencia artificial. Las acciones del gigante de la distribución IT cedieron alrededor de un 2,6% intradía y acabaron cerrando con una caída del 2,2%, arrastradas por una rotación generalizada fuera de los “high-flyers” de la IA tras las decepciones de Oracle y Broadcom, y en medio de un mercado cada vez más exigente: del “crecer a cualquier precio” se ha pasado al “demuéstrame los retornos”.
Un castigo en cadena: de Oracle y Broadcom a Ingram Micro
El detonante del mal tono fue Oracle. La compañía encendió la luz roja al:
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Fallar las previsiones de ingresos,
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y, al mismo tiempo, anunciar un aumento de 15.000 millones de dólares en capex para proyectos de IA.
El mensaje que leyó el mercado fue claro: se está gastando más en infraestructura de IA de lo que, de momento, se está monetizando.
Broadcom remató la faena. Pese a presentar mejores resultados de lo esperado y una guía positiva, su CFO, Kirsten Spears, advirtió de posibles presiones sobre márgenes brutos a medida que el negocio se desplaza hacia ventas de sistemas completos ligados a IA. Resultado: el valor se desplomó más de un 11% y arrastró a todo el sector de semiconductores y hardware.
En ese contexto, los inversores empezaron a salir de valores vinculados al ecosistema de IA o hardware tecnológico, y ahí entró de rebote Ingram Micro, aunque su negocio sea de distribución IT y no un fabricante de chips. El movimiento fue más de rotación macro que de un problema específico de la compañía.
Un día malo en un mercado que se giró en bloque
Lo ocurrido con Ingram Micro no se puede entender sin ver el cuadro completo de Wall Street el viernes:
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Nasdaq: -1,7%
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S&P 500: -1,1%
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Dow Jones: -0,5%, después de marcar un nuevo máximo intradía al inicio de la sesión.
Los índices cerraron lejos de los mínimos del día, pero claramente en rojo, con el Nasdaq como principal damnificado. El castigo fue especialmente duro en:
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Hardware informático (el índice NYSE Arca Computer Hardware se hundió en torno a un 5,2%).
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Semiconductores y compañías de redes, muy expuestas al ciclo de IA.
Además de Broadcom y Oracle, también se vieron fuertes caídas en nombres como Micron (MU), AMD, Nvidia, y varias compañías de infraestructura e IA en la nube.
Fuera de la tecnología, también se observaron descensos notables en oil services, brókers y acero, mientras que el único respiro vino de sectores defensivos como farmacéuticas.
¿Sobrerreacción o aviso serio para Ingram Micro?
Lo interesante es que el movimiento de Ingram Micro, en su contexto, no es un terremoto, sino un recordatorio de que el valor se mueve con cierta volatilidad:
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La acción ha tenido 11 movimientos superiores al 5% en el último año.
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El recorte del 2,2% de esta sesión se interpreta más como una reacción seria, pero no como algo que cambie de raíz la percepción del negocio.
De hecho, hace apenas tres semanas, el valor protagonizó un movimiento brusco en sentido contrario: subió un 2,7% después de que John Williams, presidente de la Fed de Nueva York, se mostrara abierto a bajar tipos en diciembre, lo que disparó el optimismo en los mercados y alimentó un rally en los grandes índices.
Ingram Micro: cerca de máximos, pese al bache
Pese a la caída del viernes, la trayectoria de Ingram Micro en 2025 sigue siendo positiva:
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El título acumula una subida del 14,6% en lo que va de año.
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A 22,70 dólares, cotiza relativamente cerca de su máximo de 52 semanas en 24,67 dólares (febrero de 2025).
En cuanto al recorrido desde su salida a bolsa en octubre de 2024, un inversor que hubiera puesto 1.000 dólares en el IPO estaría ahora en torno a 922,76 dólares, es decir, algo por debajo, pero con una clara mejora a lo largo de 2025.
La lectura que hace el mercado es que Ingram Micro no está en crisis, pero forma parte de ese grupo de compañías que se ven afectadas cuando el flujo cambia de dirección y los inversores deciden reducir exposición al conjunto del “trade tecnológico”.
La Fed también pesa: Goolsbee enfría el entusiasmo
Al ruido procedente de las tecnológicas se sumaron las palabras de Austan Goolsbee, presidente de la Fed de Chicago, que explicó su decisión de votar en contra del último recorte de tipos.
En una nota, Goolsbee se mostró incómodo con la idea de “adelantar demasiado” las bajadas de tipos confiando en que la inflación cederá sola, y defendió haber preferido esperar a más datos antes de continuar reduciendo el coste del dinero.
Para un mercado que todavía descuenta un guion de bajadas de tipos relativamente suaves pero constantes, este tipo de mensajes contribuye a:
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Subir los rendimientos de los Treasuries (el bono a 10 años repuntó hasta el entorno del 4,19%).
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Aumentar la presión sobre los activos de riesgo, especialmente en sectores con valoraciones altas como tecnología.
¿Y ahora qué para el inversor?
El caso de Ingram Micro ilustra bien el dilema actual del mercado:
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Las empresas ligadas a tecnología e infraestructura digital siguen siendo estructuralmente necesarias,
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pero el mercado ha pasado de comprar el argumento de “crecer sea como sea” a exigir “demuéstrame los retornos y los márgenes”.
Para algunos analistas, el castigo del viernes puede verse como una sobrerreacción de corto plazo en un valor que:
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Ha mostrado solidez en 2025,
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Y se beneficia indirectamente de la digitalización y la expansión del hardware corporativo, incluso en un entorno de mayor selectividad en IA.
La otra lectura, más prudente, es que el mercado está entrando en una fase de criba, y que episodios como los de Oracle, Broadcom o el propio Ingram Micro serán cada vez más frecuentes: menos euforia de historia, más exigencia de resultados.
En cualquier caso, lo ocurrido deja una conclusión clara: no ha fallado Ingram Micro sola, ha cambiado el viento de todo el sector tecnológico. Y cuando eso pasa, hasta las compañías que no están en el centro de la tormenta, como este gigante de la distribución IT, terminan empapadas.