El S&P 500 repunta y el Dow Jones se acerca a máximos por el tirón de las tecnológicas
Wall Street afronta el arranque de una semana acortada por las vacaciones con tono constructivo: el rebote tecnológico se apoya en el renovado entusiasmo por la inteligencia artificial, el “efecto Micron” y un telón de fondo macro que, tras la inflación más benigna, vuelve a alimentar expectativas de recortes de tipos en 2026. Con los volúmenes previstos a la baja, el mercado mira ahora a los próximos datos clave de EE. UU. para calibrar si el impulso puede sostenerse.
Wall Street arranca la semana navideña con el apoyo de la tecnología
Las bolsas estadounidenses se preparan para iniciar una semana de negociación recortada por las festividades con una nota positiva, impulsadas por el repunte de las tecnológicas y un renovado entusiasmo por la inteligencia artificial. El movimiento llega después de una segunda mitad de la semana pasada especialmente favorable para el sector, apoyada por las sorprendentes previsiones de Micron Technology y un informe de inflación interpretado como benigno por el mercado. Ese cóctel ayudó a que el S&P 500 y el Nasdaq, ambos muy expuestos a grandes compañías de crecimiento, dieran la vuelta a sus pérdidas semanales y recuperaran tracción.
En términos de niveles, el rebote vuelve a situar al S&P 500 y al Dow Jones a cerca de un 1% de sus máximos históricos de cierre del 11 de diciembre, una referencia que el mercado utiliza como termómetro inmediato para medir si el rally se consolida o si, por el contrario, entra en fase de agotamiento tras el intenso avance acumulado del año.
Micron lidera el impulso y reabre el debate sobre el gasto en IA
El protagonista inicial de la sesión vuelve a ser el complejo de semiconductores. Micron avanzaba con fuerza en el premercado, y el movimiento se contagiaba al resto de fabricantes de chips, con subidas destacadas en nombres como Nvidia, Broadcom, Intel y AMD. El mensaje que el mercado parece querer comprar es doble: por un lado, que la demanda asociada a centros de datos y cargas de trabajo de IA sigue siendo robusta; por otro, que algunas dudas que se intensificaron a principios de mes —sobre valoraciones elevadas y el ritmo del capex— han perdido, al menos temporalmente, capacidad para frenar el apetito por riesgo.
En este punto, el mercado también digiere una información relevante en clave geopolítica y comercial: Nvidia habría comunicado a clientes chinos su intención de iniciar envíos de sus segundos chips de IA más potentes antes del Año Nuevo Lunar, a mediados de febrero. En un entorno de restricciones y revisiones regulatorias, cualquier señal que apunte a continuidad de negocio y visibilidad de demanda tiende a reforzar el sentimiento en el sector.
Futuros al alza, pero con volúmenes previsiblemente bajos
En la referencia previa a la apertura, los futuros mostraban avances moderados: el Dow e-minis se movía ligeramente en positivo, el S&P 500 e-minis avanzaba en torno a cuatro décimas y el Nasdaq 100 e-minis lideraba con una subida cercana a siete décimas. La dinámica encaja con el patrón estacional: el mercado estadounidense acorta horario el miércoles y permanecerá cerrado el jueves por Navidad, lo que normalmente reduce participación, estrecha liquidez y puede amplificar movimientos en ambos sentidos ante titulares inesperados.
Con menos “profundidad” de mercado, la lectura de las subidas exige prudencia: no siempre un avance en semana de vacaciones equivale a una señal estructural. Aun así, la fotografía es clara: el flujo comprador vuelve a concentrarse en tecnología, especialmente en semiconductores, tras la sacudida de principios de mes.
El “rally de Santa Claus” entra en escena
Diciembre ha sido históricamente un periodo favorable para la renta variable, y los operadores vuelven a invocar el conocido rally de Santa Claus. Según estadísticas de mercado citadas habitualmente por el Stock Trader’s Almanac, el S&P 500 tiende a subir una media del 1,3% en los últimos cinco días bursátiles del año y los dos primeros de enero, un tramo que, en 2025, arrancaría esta misma semana y se prolongaría hasta el 5 de enero. Más allá del dato, la clave es la psicología: el mercado interpreta este periodo como un “puente” en el que se mezcla cierre de carteras, posicionamiento de inicio de año y búsqueda de continuidad del momentum.
La narrativa de fondo que sostiene esta expectativa combina tres elementos: optimismo por la IA, resiliencia de la economía estadounidense y la idea de que la política monetaria se encamina hacia una fase menos restrictiva. En ese marco, los tres grandes índices estadounidenses aspiran a firmar un tercer año consecutivo de ganancias, con el S&P 500 acumulando un avance superior al 15% en el año.
Macro en el radar: PIB, confianza del consumidor y subsidio de desempleo
Aunque la semana sea corta, el calendario macro puede condicionar expectativas sobre la Reserva Federal. Entre las referencias más seguidas están la lectura del PIB del tercer trimestre, la confianza del consumidor de diciembre y las solicitudes semanales de subsidio de desempleo. La combinación es relevante porque se relaciona directamente con el debate sobre la trayectoria de los tipos: crecimiento, consumo y mercado laboral son variables que la Fed vigila de cerca para calibrar si hay margen para recortes adicionales en 2026.
El telón de fondo inmediato es la inflación: el dato publicado la semana anterior —con una lectura anual por debajo de lo esperado— reforzó la idea de que podría haber más relajación monetaria el próximo año. En un mercado dominado por expectativas, esa lectura suele traducirse en una predisposición a comprar activos de riesgo, especialmente los más sensibles a tipos, como tecnología y small caps, siempre que los beneficios empresariales acompañen.
Movimiento corporativo: Clearwater, Honeywell y el frente mediático
En el apartado empresarial, destacó Clearwater Analytics, que subió tras conocerse un acuerdo para su adquisición por aproximadamente 8.400 millones de dólares (incluida deuda), en una operación liderada por firmas de capital riesgo. En el lado opuesto, Honeywell cedió después de anticipar un cargo extraordinario de 470 millones de dólares en el cuarto trimestre, un recordatorio de que, incluso en sesiones de tono positivo, los castigos por noticias específicas siguen siendo severos.
Además, el sector de medios volvió al foco: Warner Bros Discovery repuntó tras conocerse que Larry Ellison habría acordado aportar una garantía personal vinculada a la financiación de la oferta de Paramount Skydance, reactivando un relato corporativo que el mercado está siguiendo con atención por su tamaño y por su potencial impacto en consolidación sectorial.
Metales preciosos en máximos: oro por encima de 4.400 dólares
El día también trajo un mensaje paralelo desde los refugios: el oro superó por primera vez los 4.400 dólares por onza y la plata marcó máximos históricos, impulsando a compañías mineras cotizadas en Estados Unidos. Es un matiz importante: el mercado no solo compra riesgo (tecnología), también paga por cobertura (metales), lo que sugiere un equilibrio entre entusiasmo y prudencia. En otras palabras, se compra crecimiento, pero sin renunciar del todo a la protección ante sorpresas macro o geopolíticas.
Lectura final: impulso táctico con el mercado mirando a los datos
Con el inicio de la semana de Navidad, Wall Street combina un impulso claro en tecnológicas —con semiconductores al frente— y una operativa condicionada por menor volumen. La pregunta inmediata no es solo si el S&P 500 y el Dow pueden volver a máximos, sino si los próximos datos macro validarán el guion de tipos a la baja en 2026 sin deterioro abrupto del crecimiento. Si el mercado recibe confirmación, el rally estacional podría ganar cuerpo; si aparecen distorsiones o sorpresas, la baja liquidez puede convertir cualquier reacción en un movimiento más brusco de lo habitual.