3I/ATLAS: un descubrimiento que sacude los cimientos de la astronomía
El cometa interestelar 3I/ATLAS ha sorprendido a la comunidad científica con detecciones inusuales de estructuras coordinadas y jets periódicos. Avi Loeb advierte sobre posibles maniobras controladas y la probabilidad de que sea una sonda tecnológica destinada a Júpiter. Explora las últimas revelaciones y el debate que se abre en torno a este fascinante visitante cósmico.
Justo cuando creíamos haber desentrañado los misterios del espacio cercano, el cometa 3I/ATLAS irrumpe con novedades que ponen a prueba nuestro entendimiento. Desde su máxima aproximación a la Tierra a finales de 2025, los expertos observan señales que no encajan del todo con lo que consideramos natural.
En los albores de diciembre, el enigmático 3I/ATLAS llegó a su punto más próximo a nuestro planeta. Fue entonces cuando una serie de telescopios de última generación captaron algo que pocos esperaban: una especie de "enjambre de objetos" coordinados en órbita alrededor del núcleo cometario. Este fenómeno no solo es inusual, sino que es prácticamente inaudito en los registros astronómicos de cometas interestelares.
Pero eso no es todo. Los especialistas detectaron un "jet periódico" - un chorro de gas y polvo que se repite con una precisión de 17 horas. Y vaya que esto fue un detalle nada trivial. En palabras sencillas, no es común juntar esos dos datos sin levantar mucha sospecha.
Perspectivas desde el Proyecto GalileoAvi Loeb, destacado astrofísico de Harvard y cabeza del Proyecto Galileo, ha sido enfático: la aceleración no gravitacional y la orientación de estos chorros hacia el Sol podrían no ser obra del azar. En su análisis más reciente, sugiere que el comportamiento de 3I/ATLAS refleja una maniobra calculada o incluso el uso de asistencia solar para propulsarse.
Loeb va más allá y apunta que la trayectoria del objeto parece diseñada para acercarse a la gravedad de Júpiter en marzo de 2026, como si se tratase de una sonda o nave nodriza con objetivos específicos. No es sólo ciencia ficción. Esta hipótesis obliga a replantear nuestro entendimiento del cosmos y la posibilidad de tecnología extraterrestre avanzada.
Como era de esperarse, la comunidad científica está dividida. ¿Se trata de una compleja fragmentación natural? ¿O realmente estamos frente a una nave de ingeniería alienígena? Aún no hay consenso, pero lo indudable es que 3I/ATLAS seguirá bajo una estrecha lente.
Telescopios icónicos como el Hubble y James Webb mantienen su vigilancia. En un contexto donde la desinformación puede crecer, destacar la rigurosidad científica es fundamental, aunque no se puede negar que la curiosidad y el misterio juegan un papel crucial para mantenernos atentos.