Un terremoto de magnitud 5,4 sacude la isla japonesa de Kyushu sin causar daños graves
Un terremoto de magnitud 5,4 sacudió este martes la isla de Kyushu, en el suroeste de Japón, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El seísmo, con hipocentro a 10 kilómetros de profundidad y epicentro a unos 13 kilómetros al norte de la ciudad de Aso, en la prefectura de Kumamoto, no ha dejado por ahora víctimas ni daños materiales significativos y ha sido seguido por varios pequeños temblores de réplica.
Un seísmo moderado junto a un volcán activo
Según los primeros datos, el temblor se registró a las 10:01 CET, con un epicentro situado al norte de Aso, en una zona interior de Kyushu próxima al volcán Nakadake, uno de los cráteres activos del macizo de Aso. La profundidad de 10 kilómetros sitúa al seísmo dentro de la categoría de terremotos relativamente superficiales, normalmente más perceptibles para la población aunque no necesariamente más destructivos en magnitudes moderadas como la registrada.
Las agencias sismológicas suelen ofrecer ligeras variaciones en la magnitud; mientras el USGS y el Centro Alemán de Investigación en Geociencias (GFZ) han cifrado el movimiento en torno a 5,4–5,5, la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) lo ha catalogado como un seísmo de intensidad moderada en la región de Aso, sin que se alcanzaran niveles máximos de la escala de intensidad japonesa.
Sin víctimas, sin daños y sin alerta de tsunami
Las autoridades locales informaron de que, hasta el momento, no se han registrado heridos ni daños estructurales de consideración. Varios municipios de la prefectura de Kumamoto reportaron cortes puntuales de electricidad y breves interrupciones en algunos servicios, que se restablecieron poco después, sin que se haya activado ningún protocolo de evacuación a gran escala.
Al tratarse de un seísmo con epicentro en tierra, lejos de la costa, no se emitió alerta de tsunami, uno de los grandes temores recurrentes en un país marcado por episodios como el terremoto y tsunami de 2011. Las autoridades se han limitado a pedir a la población que permanezca atenta a la información oficial y que revise las medidas básicas de autoprotección en caso de nuevas réplicas.
Kyushu, una región acostumbrada a temblores
La isla de Kyushu se encuentra en una de las zonas sísmicamente más activas del archipiélago japonés, relacionada con la subducción de la placa del mar de Filipinas bajo la placa euroasiática. La región arrastra el recuerdo reciente de episodios como los terremotos de Kumamoto de 2016, que causaron importantes daños en infraestructuras y viviendas, o el seísmo de Hyūga-nada en 2024, que también se sintió con fuerza en buena parte del sur de Japón.
Esta actividad sísmica ha llevado a reforzar de forma sistemática las normas de construcción y los protocolos de respuesta ante emergencias. Gracias a esa preparación, terremotos moderados como el registrado ahora en Aso suelen saldarse con escasos daños y, en muchos casos, solo con el susto de quienes sienten el temblor.
Qué implica un terremoto de magnitud 5,4
Un seísmo de magnitud 5,4 se considera moderado: puede ser claramente sentido por la población en una amplia zona, hacer vibrar edificios y provocar la caída de objetos, pero rara vez causa daños serios en estructuras diseñadas con estándares sísmicos modernos. El verdadero impacto depende de factores como la profundidad, el tipo de suelo, la calidad de las construcciones y la distancia al epicentro.
En este caso, el hecho de que Japón cuente con una de las redes de monitorización sísmica más avanzadas del mundo y con una larga cultura de prevención ha contribuido a que el episodio se quede, por ahora, en un recordatorio más de la constante actividad geológica del país.
Las autoridades seguirán monitorizando la zona ante posibles réplicas en las próximas horas y días, si bien los expertos no esperan, de momento, que este evento concreto sea el preludio de un terremoto de gran magnitud.