Washington congela la vía afgana tras el tiroteo de la capital

EEUU congela todas las solicitudes de inmigración de afganos tras el ataque en Washington

Estados Unidos ha ordenado la suspensión indefinida de todas las solicitudes de inmigración de ciudadanos afganos, después del tiroteo en Washington D. C. que dejó en estado crítico a dos miembros de la Guardia Nacional. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) anunció que el bloqueo entra en vigor de inmediato mientras se revisan los protocolos de seguridad y vetting, en respuesta al llamamiento del presidente Donald Trump, que pidió una revisión “de arriba abajo” de la inmigración afgana bajo la Administración de Joe Biden.

EPA/ALLISON DINNER
EPA/ALLISON DINNER

El Gobierno de Estados Unidos ha dado un giro drástico a su política migratoria con respecto a Afganistán. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) anunció la suspensión indefinida de todas las solicitudes de inmigración que involucren a ciudadanos afganos, una medida que entra en vigor de forma inmediata y que se produce tras el ataque a tiros en Washington D. C. en el que resultaron gravemente heridos dos miembros de la Guardia Nacional.

Congelación total mientras se revisa el vetting

En su comunicado, el USCIS explicó que la orden implica que todas las peticiones en curso quedan paralizadas mientras se lleva a cabo una revisión adicional de los procedimientos de seguridad y vetting. La agencia subrayó que “la protección y la seguridad de nuestra patria y del pueblo estadounidense siguen siendo nuestro único foco y misión”, dejando claro que la prioridad absoluta es minimizar cualquier riesgo percibido asociado a nuevos flujos migratorios desde Afganistán.

La suspensión no viene acompañada, por el momento, de un calendario claro. El USCIS habló de una pausa “por tiempo indefinido”, lo que abre la puerta a que el bloqueo se prolongue durante meses mientras se redefinen criterios, listados de riesgo y protocolos de verificación de antecedentes para solicitantes afganos.

El tiroteo de Washington, punto de inflexión

La decisión llega apenas horas después del tiroteo en el centro de Washington D. C. que dejó a dos miembros de la Guardia Nacional en estado crítico. El ataque, ocurrido cerca de la Casa Blanca, desencadenó un amplio despliegue de seguridad y llevó incluso al bloqueo temporal del complejo presidencial.

En una reacción cargada de dureza, el presidente Donald Trump calificó el ataque como un “acto de maldad, odio y terror” y lo describió como “un crimen contra toda la nación y contra la humanidad”. Según el mandatario, y basándose en la información trasladada por las autoridades de seguridad, el sospechoso detenido sería un ciudadano extranjero de origen afgano, supuestamente llegado al país en 2021 dentro de los programas de entrada gestionados bajo la Administración de Joe Biden.

Trump ordena revisar la inmigración afgana de la era Biden

Tras el ataque, Trump pidió una revisión exhaustiva de todos los programas de inmigración vinculados a Afganistán durante el mandato de su predecesor. La orden presidencial exigía reexaminar expedientes, criterios de admisión y filtros de seguridad aplicados a ciudadanos afganos que fueron reubicados o admitidos en Estados Unidos en los últimos años.

La respuesta del USCIS ha sido inmediata: congelar todas las nuevas solicitudes y las ya presentadas mientras se lleva a cabo esa revisión. En la práctica, esto supone que ningún expediente de inmigración o reasentamiento que involucre a nacionales afganos avanzará hasta nuevo aviso, independientemente de que se trate de visados familiares, humanitarios o peticiones de residencia permanente.

Impacto sobre refugiados y familias afganas

Aunque la administración enmarca la medida en clave de seguridad nacional, su impacto potencial sobre refugiados y solicitantes de protección es considerable. La paralización podría afectar a personas que esperan reagrupaciones familiares, a afganos que colaboraron con fuerzas occidentales y a solicitantes que buscan refugio frente a la inestabilidad de su país.

Organizaciones de defensa de los derechos de los migrantes suelen advertir de que decisiones de este tipo pueden dejar a familias en un limbo prolongado, incrementar la incertidumbre jurídica y generar una sensación de castigo colectivo sobre una nacionalidad concreta, más allá de la responsabilidad individual de un sospechoso concreto.

Debate político y jurídico en ciernes

La congelación de la inmigración afgana se inscribe en un clima político ya polarizado en torno a migración, seguridad y terrorismo. Para los defensores de la medida, el ataque de Washington confirmaría la necesidad de aplicar un principio de máxima precaución hasta tener garantías adicionales sobre los solicitantes. Para sus críticos, abre la puerta a políticas de discriminación por origen nacional y a un uso político de la seguridad que podría chocar con compromisos humanitarios previos.

En las próximas semanas, el foco se desplazará previsiblemente a los tribunales y al Congreso, donde se espera que el bloqueo a la inmigración afgana alimente nuevas batallas legislativas y recursos legales. Mientras tanto, el USCIS mantiene su mensaje: la prioridad absoluta es reforzar el escudo de seguridad interno, aunque el coste lo paguen, al menos temporalmente, quienes esperaban una oportunidad de rehacer su vida en Estados Unidos.

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