Víctor Alvargonzález

Víctor Alvargonzález: “El acuerdo entre Trump y Xi no será simbólico, y la inteligencia artificial aún puede pinchar su burbuja”

Entrevista con Víctor Alvargonzález de Nextep Finance donde se analizan las tensiones en los mercados: un acuerdo comercial entre EEUU y China casi cerrado, la evolución de la inteligencia artificial como motor clave y las señales sobre la inflación, la Reserva Federal y el oro que marcan el futuro próximo.

Miniatura del vídeo: Víctor Alvargonzález en una entrevista en Negocios TV sobre economía, FED, oro y la revolución de la inteligencia artificial.<br>                        <br>                        <br>                        <br>
Miniatura del vídeo: Víctor Alvargonzález en una entrevista en Negocios TV sobre economía, FED, oro y la revolución de la inteligencia artificial.

En un escenario global marcado por la incertidumbre y la volatilidad, el estratega financiero Víctor Alvargonzález, director de estrategia en Nextep Finance, ofrece una lectura lúcida y sin adornos del momento actual. Con los mercados moviéndose entre la esperanza de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, el empuje imparable de la inteligencia artificial (IA) y un oro que muestra síntomas de agotamiento, Alvargonzález propone una mirada realista que rompe con los discursos triunfalistas.

Un acuerdo comercial que podría redefinir el rumbo de Wall Street

Los rumores sobre una reunión de alto nivel entre Donald Trump y Xi Jinping para cerrar un nuevo acuerdo comercial han desatado un repunte de confianza en los mercados. Según Alvargonzález, este encuentro no puede interpretarse como una mera formalidad diplomática: “No se organiza una reunión entre Trump y Xi Jinping para salir con las manos vacías”, señala. De concretarse, el pacto marcaría un punto de inflexión tras años de tensiones arancelarias y abriría una etapa de mayor previsibilidad económica entre las dos potencias.

Los inversores ya han reaccionado positivamente, impulsando los índices estadounidenses. Sin embargo, el verdadero motor detrás de Wall Street sigue siendo el mismo: las llamadas “siete magníficas”, ese grupo de gigantes tecnológicos —Microsoft, Apple, Alphabet, Meta, Amazon, Tesla y NVIDIA— que siguen sosteniendo los máximos históricos. Aunque el 90% de las empresas del S&P 500 han reportado resultados mejores de lo esperado, son estas compañías las que determinan el ritmo final del mercado. “El resto del mercado acompaña, pero no lidera”, resume el experto.

Inteligencia artificial: revolución o espejismo financiero

La conversación sobre la inteligencia artificial domina tanto los despachos de inversión como las tertulias tecnológicas. Alvargonzález la considera una auténtica revolución comparable a la llegada de Internet, pero advierte que el entusiasmo actual podría estar yendo demasiado lejos: “Las valoraciones pueden ser demasiado optimistas a corto plazo”.

Su advertencia apunta especialmente a la diferencia entre el mercado cotizado y el privado. Mientras las grandes tecnológicas que operan en bolsa mantienen múltiplos razonables, el panorama cambia radicalmente entre las startups del ecosistema IA. Empresas como OpenAI, xAI (de Elon Musk) o Anthropic han alcanzado valoraciones tan elevadas que recuerdan a los excesos de la burbuja puntocom. “No hay duda de que la IA transformará el mundo, pero eso no significa que todas las compañías valgan lo que hoy dicen los inversores que valen”, comenta con ironía.

Aun así, el estratega reconoce que el sector tiene fundamentos sólidos: la adopción masiva de modelos de lenguaje, el impulso en la automatización y la integración de la IA en sectores productivos son factores que seguirán impulsando su crecimiento. Lo importante, dice, es distinguir entre revolución tecnológica y especulación bursátil.

La FED y el juego fino entre inflación y tipos de interés

Sobre la política monetaria estadounidense, Alvargonzález se muestra prudente. “Una inflación del 3% no es elevada en términos históricos, pero aún no está bajo control”, apunta. La Reserva Federal, según su análisis, se enfrenta a un equilibrio extremadamente delicado: recortar los tipos demasiado pronto podría reactivar la inflación, mientras que mantenerlos demasiado altos puede frenar el crecimiento y golpear al empleo.

Los datos recientes muestran una ralentización en el mercado laboral y una moderación en los precios de la energía y los alquileres, factores que podrían justificar un recorte de 25 puntos básicos en las próximas reuniones de la FED. Pero Alvargonzález no se deja llevar por las predicciones optimistas: “El mercado se ha acostumbrado a pensar que la FED siempre acudirá al rescate, y eso no siempre será así”.

Su visión encaja con la idea de que el ciclo económico actual es híbrido: una economía que crece impulsada por la tecnología, pero sostenida por una estructura financiera aún sensible a cualquier error de política monetaria.

El oro, entre refugio y burbuja

Uno de los puntos más controvertidos de la entrevista fue su diagnóstico sobre el oro, un activo que muchos consideran refugio en tiempos turbulentos. Para Alvargonzález, el entusiasmo reciente en torno al metal precioso no se justifica por los fundamentos: “Ha habido un calentón con rasgos de burbuja”, asegura.

Su recomendación es clara: tener oro, pero no a cualquier precio. “Este negocio va de comprar barato y vender caro, no de quedarse con el florero”, comenta con tono directo. En su opinión, los inversores han sobrerreaccionado ante la incertidumbre geopolítica y el temor a una desaceleración global, inflando los precios de forma artificial. “Cuando todos corren hacia el mismo refugio, el refugio deja de ser seguro”, añade.

En el contexto actual, el oro sigue siendo un componente necesario dentro de una cartera diversificada, pero no debe ocupar un papel central. La prioridad, insiste, debería ser la flexibilidad y la diversificación inteligente entre renta variable, bonos corporativos y activos tecnológicos con valor real.

Entre la euforia y la prudencia

El análisis de Víctor Alvargonzález se desmarca de los discursos de euforia que predominan en algunos foros financieros. Su visión es más de equilibrio que de entusiasmo. Reconoce las oportunidades, pero también las trampas: “Estamos en un momento en el que hay que ser más estratega que especulador”.

En su lectura, el mercado global vive una transición entre dos paradigmas. Por un lado, las políticas monetarias expansivas que sostuvieron la economía durante la última década comienzan a agotarse. Por otro, la irrupción tecnológica —con la inteligencia artificial como bandera— está redefiniendo la productividad, el empleo y la inversión a una velocidad que los reguladores aún no alcanzan a comprender del todo.

El acuerdo entre Trump y Xi Jinping, si se concreta, podría aportar una breve tregua comercial. Pero, como recuerda Alvargonzález, los verdaderos desafíos son estructurales: la inflación, la deuda global y la concentración del poder económico en unas pocas compañías tecnológicas. “El mercado siempre busca narrativas que le den tranquilidad, pero detrás de cada subida hay una historia más compleja”, concluye.

Su mensaje es una invitación a la calma racional. Ni el oro es el nuevo refugio perfecto, ni la inteligencia artificial el único futuro posible. Los próximos meses, advierte, pondrán a prueba la madurez de los inversores y la solidez de los mercados en un entorno donde la velocidad del cambio es la única constante.

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