Geopolítica en tensión

Trump y Putin apuestan por ganar tiempo mientras India se mantiene en la incertidumbre

Adrián Zelaia, presidente de Ekai Group, analiza la compleja estrategia geopolítica en torno a la guerra en Ucrania, destacando la resistencia de China y Rusia ante las sanciones y señalando la incertidumbre sobre la postura de India. Además, desentraña el rol clave que juega Donald Trump y su acercamiento a Vladimir Putin para prolongar un conflicto que pudiera extenderse hasta 2026.

Adrián Zelaia durante la entrevista en Negocios TV, con gráficos de la geopolítica mundial en el fondo.<br>                        <br>                        <br>                        <br>
Adrián Zelaia durante la entrevista en Negocios TV, con gráficos de la geopolítica mundial en el fondo.

La escena internacional no deja de mostrar matices que escapan a la mirada superficial. En medio de un conflicto que se extiende entre Rusia y Ucrania, se dibuja una estrategia menos convencional: ganar tiempo. Adrián Zelaia, presidente de Ekai Group, aborda este tablero geopolítico con acidez y reflexión, apuntando directamente a los actores que parecen definir el ritmo de esta partida, con China, Rusia y la incógnita India en el centro del debate. ¿Qué mueve realmente a estas potencias y cuál es el papel que Donald Trump sigue jugando en esta crisis?

La estrategia de ganar tiempo: un pacto tácito entre Putin y Trump

Cuando se habla de guerra, la mente suele imaginar choques directos y decisivos, pero según Zelaia, la realidad es mucho más matizada. No se trata de una escalada inevitable, sino de una prolongación calculada. ¿Por qué? Porque tanto Putin como Trump, a pesar de su historia compleja, comparten un interés primordial: evitar que la confrontación se salga de control.

Este juego, aunque parezca contradictorio, mantiene el conflicto en una especie de paréntesis abierto, una pausa tensa donde los enfrentamientos acontecen, pero sin llegar a un estallido mayor. “Hasta el 2026, más o menos”, sentencia el analista, cifra que viene a ridiculizar esa idea de una solución rápida o inminente.

El 'trumpismo' y su danza con el establishment occidental

Además, Zelaia detalla cómo Trump no ha estado simplemente enfrentado a Rusia, sino más bien jugando un complicado gato y ratón con su propio entorno político — europeo y norteamericano. Esto abre un panorama donde la política exterior es, en realidad, una maniobra interna para equilibrar presiones y mantener una postura realista, sin que las cosas se salgan de madre.

Un detalle curioso que revela cuánto se mueven este tipo de aliados en las sombras más que en las luces del escenario público.

Budapest: el terreno seguro para Putin y el fortalecimiento de Viktor Orbán

Se habla mucho de la reunión en Budapest entre Trump y Putin, y no es casualidad. Zelaia apunta que esta ciudad es un espacio conocido y cómodo para Putin, lejos de las persecuciones judiciales que enfrentaría en otros lugares. Pero la implicación va más allá.

Orbán emerge como un aliado clave, y su relevancia política frente a la Unión Europea queda 'a la altura del betún', con todo el respeto que merecen las expresiones coloquiales. Esta fractura interna del continente europeo expone no solamente diferencias políticas, sino la complejidad de un bloque que parece partirse en mil pedazos.

Las sanciones a Rusia y la incógnita que representa India

Por supuesto, las sanciones económicas y energéticas son uno de los puntos calientes. China y Rusia ya han mostrado que no están dispuestas a claudicar. India, sin embargo, mantiene una postura menos clara, siendo en palabras de Zelaia, 'la única incógnita', y aquí es donde se juegan muchas fichas para el éxito o fracaso de estas medidas.

El presidente de Ekai Group advierte que sólo un acuerdo a corto plazo y probablemente pactado con Rusia podría hacer que India reduzca la compra de petróleo ruso.

El nuevo escenario geopolítico: ¿quiénes salen fortalecidos?

Este panorama no dibuja un mundo más pacífico, sino uno con conflictos cronificados, donde las grandes potencias prefieren maniobrar para evitar una explosión total que rasgue el orden global. Trump y Putin, con sus estrategias, moldean una realidad donde Rusia y sus aliados se fortalecen, mientras las tensiones se diluyen en un ritmo fatigoso de negociaciones y maniobras.

Es aquí donde vale preguntarse: ¿cómo afectará esto a las democracias occidentales y sus políticas internas? Sin duda, las respuestas no son sencillas, pero la apuesta por ganar tiempo parece, al menos por ahora, lo que impera en los corredores del poder.

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