Italia vive una huelga general que paraliza transportes, sanidad, escuela y prensa durante 24 horas
Italia afronta este viernes 28 de noviembre de 2025 una huelga general de 24 horas que afecta a buena parte del país: trenes, metro, autobuses, aviones, sanidad, escuelas, funcionarios… e incluso los periodistas, que paran por primera vez en más de una década. La protesta, convocada por los sindicatos de base y respaldada por el sector de la prensa, exige “inversiones masivas” en servicios públicos y rechaza una maniobra económica considerada insuficiente, en la antesala de una segunda jornada de huelga prevista para el 12 de diciembre.
Una movilización nacional que recorre el país
La jornada de huelga se deja notar de norte a sur. La convocatoria arranca como paro general en toda Italia, con participación de trabajadores del transporte público y ferroviario, la sanidad, la escuela, la universidad, la administración pública y los medios de comunicación.
Los sindicatos de base Cobas, Usb, Sgb y Cub han impulsado la movilización con un mensaje claro: reclamar más recursos para sanidad, educación, universidad y transporte, y denunciar una maniobra económica “insuficiente” por parte del Gobierno. A la protesta de hoy se suma ya en el calendario una segunda fecha caliente: el 12 de diciembre, cuando será la mayor central sindical, CGIL, la que lidere otra huelga general centrada en el presupuesto de 2026 y el aumento del gasto militar.
Transportes: trenes, metro, autobuses y vuelos bajo mínimos
El impacto más visible se da en los transportes. Para el grupo ferroviario FS —Trenitalia, Trenitalia Tper y Trenord— el paro comenzó a las 21:00 del jueves y se prolonga hasta las 21:00 de hoy viernes, con cancelaciones y retrasos en numerosos trayectos de larga distancia y regionales. El personal de Italo también se ha sumado a la protesta. Aunque existen bandas de garantía para los trenes regionales —de 6:00 a 9:00 y de 18:00 a 21:00—, las interrupciones pueden extenderse incluso más allá de la hora oficial de fin de huelga, por lo que las compañías recomiendan a los viajeros consultar el estado de su tren antes de acudir a la estación.
En el transporte urbano, los trabajadores de metro, autobús y tranvía también paran. En Roma, la protesta afecta a toda la red de Atac y a los operadores subcontratados, con servicio garantizado solo en las franjas reguladas: desde el inicio del servicio hasta las 8:29 y de 17:00 a 19:59. En Nápoles, las bandas de garantía para autobuses y tranvías se fijan entre 5:30 y 8:30, y de 17:00 a 20:00. En Milán, en cambio, el servicio de la empresa Atm es regular hoy, ya que su propia huelga de cuatro horas está convocada para el domingo 30 de noviembre.
El tráfico aéreo tampoco se libra. Según ha recordado la autoridad de aviación civil Enac, están garantizados todos los vuelos —incluidos los chárter— programados entre las 7:00 y las 10:00 y entre las 18:00 y las 21:00, además de las conexiones de frecuencia única con las islas y determinados vuelos chárter autorizados antes de la convocatoria. También se mantienen las llegadas de vuelos intercontinentales y sus conexiones en tránsito hacia aeropuertos italianos. Fuera de esas franjas, se esperan cancelaciones y reprogramaciones puntuales.
Escuela, sanidad y función pública, en el corazón de las reivindicaciones
La huelga se extiende al sector escolar, donde la protesta afecta tanto a profesores como a personal administrativo. En muchos centros, las clases pueden empezar tarde o terminar antes de lo habitual, con servicios mínimos que dependen de cada escuela y región. Los sindicatos reclaman más inversión en educación, estabilidad laboral y mejores condiciones para el personal.
También se ve afectada la sanidad pública y el conjunto de la Administración, con paros modulados para garantizar los servicios esenciales —urgencias, cuidados críticos y asistencia mínima—, pero poniendo el foco en la falta de recursos para infraestructuras, plantillas insuficientes y precariedad contractual. Los trabajadores denuncian que los recortes y la inflación han dejado a hospitales y servicios públicos al límite, mientras el coste de la vida sigue aumentando.
Los periodistas italianos paran tras más de una década
Una de las imágenes más simbólicas de la jornada es la de los periodistas italianos en huelga. La Federación Nacional de la Prensa Italiana (Fnsi) ha convocado un paro de 24 horas a partir de las 6:00 de la mañana (desde las 5:30 en el caso de la radiotelevisión pública Rai), en la primera huelga de todo el colectivo en más de diez años.
El sindicato exige la renovación inmediata del convenio colectivo nacional, caducado desde 2016, y reclama la dignificación del trabajo de asalariados y autónomos, así como normas claras sobre el uso de la inteligencia artificial en las redacciones y el reconocimiento, también económico, del papel crucial del periodismo en el sistema democrático italiano. Durante 24 horas, diarios, radios, televisiones y medios digitales reducen o interrumpen sus actualizaciones, enviando un mensaje contundente sobre la situación del sector.
Un aviso político en la recta final del año
La huelga general de este 28 de noviembre se interpreta como un aviso directo al Gobierno de Giorgia Meloni, al que los sindicatos acusan de impulsar unos presupuestos centrados en el aumento del gasto militar y la contención del déficit, mientras dejan atrás la actualización de salarios, pensiones y servicios públicos. La próxima cita, el 12 de diciembre, con la huelga convocada por CGIL, promete volver a poner la presión en la calle sobre la agenda económica y social del Ejecutivo.
Para millones de italianos, esta jornada es algo más que un día de paros y retrasos: es la expresión de un malestar acumulado por años de pérdida de poder adquisitivo, precariedad y recortes, y el recordatorio de que, en plena temporada prenavideña, la batalla por el reparto de los recursos públicos sigue abierta.