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Putin presume de “estabilidad” mientras Rusia enfría su economía

EPA/YURI KOCHETKOV

Vladimir Putin defendió en su rueda de prensa anual que los principales indicadores muestran una economía “sólida” y que el frenazo del crecimiento en 2025 ha sido un “paso consciente” para contener los precios. El relato oficial combina tres mensajes: inflación a la baja, finanzas públicas “bajo control” y capacidad para sostener gasto social, tecnológico y de defensa; pero reconoce, de fondo, el desgaste de la inflación en la vida diaria y un 2026 con riesgos de repunte por impuestos.

El mensaje de Putin: “estable” y con margen para cumplir obligaciones

Putin aseguró que “todos los indicadores” apuntan a una economía y un sistema financiero estables, y sostuvo que el Estado podrá cumplir sus obligaciones sociales y sus objetivos de desarrollo tecnológico y defensa. El Kremlin busca proyectar solvencia macro en un entorno de sanciones, guerra y endurecimiento monetario prolongado. 

El dato clave: crecimiento del 1% en 2025, frente al 4,3% del año anterior

En el núcleo de su argumento, Putin afirmó que la economía creció un 1% en 2025 y que este enfriamiento fue una decisión deliberada vinculada a la estrategia antiinflacionista. La propia comparación con 2024 refuerza la lectura de “soft landing”: Rosstat revisó el crecimiento de 2024 al 4,3%, de modo que el salto desde un año muy expansivo a uno de desaceleración es significativo. 

Inflación: objetivo “por debajo del 6%” y previsión de 5,7%-5,8%

Putin insistió en que el objetivo oficial era llevar la inflación a al menos el 6% y que el cierre de 2025 podría situarse en torno a 5,7%-5,8% (en otros momentos, Reuters recoge rangos cercanos a 5,5%-5,7%). En paralelo, el propio presidente reconoció que existe desconfianza ciudadana hacia las cifras oficiales, en un contexto de subidas notables en productos básicos. 

El Banco Central acompaña: recorte de tipos al 16% y advertencia sobre 2026

La rueda de prensa coincidió con una decisión del Banco de Rusia: recorte de 50 puntos básicos del tipo clave hasta el 16%. El banco central señaló una mejora reciente en la inflación subyacente, pero mantuvo alertas por el aumento de expectativas inflacionistas y avisó de un posible repunte por impuestos a comienzos de 2026, con retorno al objetivo del 4% más adelante. 

Presupuesto: déficit del 2,6% del PIB y promesa de consolidación

Putin añadió que el déficit presupuestario federal ronda el 2,6% del PIB y dijo esperar una bajada hacia el 1,6% el próximo año, con un objetivo de entorno 1,5% en el medio plazo. También deslizó la idea de elevar el IVA como parte del ajuste fiscal, un giro relevante para una economía que ha sostenido crecimiento reciente con gasto público elevado. 

La lectura real del mercado: “estabilidad” con asterisco

El mensaje oficial dibuja un cuadro de control macro (inflación a la baja, déficit acotado, política monetaria todavía restrictiva), pero los riesgos se concentran en el coste social de la inflación, el enfriamiento del consumo, la sensibilidad del crecimiento al gasto estatal y el impacto de nuevos impuestos. En otras palabras: Rusia busca una estabilidad “de gestión”, no ausencia de tensiones.