Mercados en tensión por tecnología y tipos

Asia abre en rojo tras el tropiezo de la IA en Wall Street: el mercado vuelve a medir la “burbuja”

EPA-EFE/ALEX PLAVEVSKI Asia abre en rojo tras el tropiezo de la IA en Wall Street: el mercado vuelve a medir la “burbuja”

Las bolsas de Asia-Pacífico han arrancado la sesión del martes con caídas generalizadas después del retroceso de Wall Street, donde el castigo a valores ligados a la inversión en inteligencia artificial reactivó las dudas sobre valoraciones, márgenes y retorno del capex. Japón, Corea del Sur y Hong Kong lideran los descensos en un contexto en el que el dólar también cede terreno frente al yen.

Caídas en Asia-Pacífico tras el giro bajista en Wall Street

Los mercados de Asia-Pacífico iniciaron la sesión del martes con tono claramente negativo, arrastrados por las pérdidas registradas en Wall Street en el segmento tecnológico y, en particular, en valores vinculados a la inversión en inteligencia artificial (IA). El movimiento refleja un patrón que se ha repetido en las últimas semanas: cuando el mercado cuestiona la capacidad de las empresas para convertir el gasto en infraestructura de IA en beneficios, el ajuste se propaga rápidamente desde Estados Unidos hacia Asia, donde la sensibilidad a tecnología, semiconductores y exportaciones es elevada.

Nikkei 225

En el tramo temprano de negociación, el Nikkei 225 de Japón caía un 1,45%, mientras que el Kospi de Corea del Sur retrocedía un 1,79%. En Hong Kong, el Hang Seng cedía un 1,65%, y en la China continental las caídas también eran visibles: el Shanghai Composite bajaba un 0,93% y el Shenzhen Composite un 1,31%. Australia mostraba un descenso más moderado, con el S&P/ASX 200 retrocediendo un 0,26%.

Korea Composite Stock Price

El catalizador: dudas sobre el “payback” del capex en IA

El origen del movimiento está en el cambio de sentimiento que se consolidó en Estados Unidos: el mercado pasó de premiar el relato de crecimiento estructural de la IA a exigir más claridad sobre márgenes, coste de capital y ritmo real de monetización. Cuando una gran compañía tecnológica o de infraestructura sugiere que el gasto seguirá alto —o que los márgenes podrían comprimirse— la lectura inmediata es que la rentabilidad tardará más en llegar. En un entorno de valoraciones exigentes, esa extensión del “plazo de retorno” es suficiente para desencadenar ventas, especialmente en nombres con fuertes revalorizaciones previas.

Este marco es particularmente sensible para Asia por dos razones. Primero, porque una parte importante de la cadena de suministro global de la IA —chips, memorias, componentes, ensamblaje y maquinaria— está concentrada en la región. Segundo, porque el mercado asiático tiende a reaccionar a la “señal” estadounidense con un sesgo de preservación de capital: si el Nasdaq se debilita, el ajuste de exposición se traslada a índices como el Nikkei o el Kospi por el peso relativo de tecnología y exportadoras.

Divisas: el dólar cede frente al yen y añade presión al Nikkei

En el mercado de divisas, el dólar se debilitaba un 0,23% frente al yen, con el cruce situándose alrededor de ¥154,8935. Este movimiento importa para la renta variable japonesa: un yen más fuerte tiende a penalizar a los grandes exportadores, ya que reduce la competitividad externa y presiona las expectativas de beneficios convertidos a moneda local. Así, el retroceso del Nikkei puede entenderse no solo por el arrastre tecnológico global, sino también por un viento en contra adicional en FX.

Además, la caída del dólar frente al yen suele interpretarse como una señal de ligero aumento de la aversión al riesgo o de reposicionamiento defensivo, especialmente cuando coincide con ventas en tecnología. La combinación “tech a la baja + yen al alza” suele amplificar los movimientos a la baja en Tokio.

China y Hong Kong: el crecimiento vuelve al centro del debate

Las caídas en la China continental y en Hong Kong añaden otra capa a la sesión: el mercado sigue calibrando si el impulso de crecimiento en la segunda economía del mundo es suficiente para sostener la demanda regional, especialmente en un momento en el que la atención global está muy centrada en Estados Unidos y en la capacidad de la IA para justificar expectativas elevadas.

Cuando el flujo internacional se pone defensivo, Hong Kong suele actuar como “válvula” por su elevada exposición a capital extranjero y por su condición de mercado puente hacia China. De ahí que un retroceso del Hang Seng sea coherente con una sesión global en modo prudente, aun cuando los factores locales puedan diferir por sectores.

Qué vigilar a partir de ahora: macro, bancos centrales y resultados

Con el mercado moviéndose al ritmo de la narrativa IA, la agenda inmediata se divide en tres ejes. El primero es macroeconómico: cualquier dato que altere expectativas de tipos (inflación, empleo, actividad) puede cambiar el descuento de flujos y, por tanto, el “precio justo” de compañías con crecimiento a largo plazo. El segundo es monetario: los mensajes de bancos centrales y el tono sobre próximas decisiones siguen siendo determinantes para el apetito por riesgo, especialmente en segmentos de duración larga como la tecnología.

El tercero es micro: los resultados empresariales y, sobre todo, la guía de inversión (capex), márgenes y demanda vinculada a IA. El mercado ya no está pagando únicamente por “exposición a la tendencia”, sino por evidencia de que esa tendencia se traduce en beneficios y caja. Si la señal que llega desde Estados Unidos es de cautela, Asia suele reaccionar con la misma disciplina: recorta riesgo primero y pregunta después.

Lectura de la sesión: corrección táctica o cambio de régimen

Por ahora, el movimiento en Asia encaja más con una corrección táctica derivada del ajuste de expectativas sobre la rentabilidad del gasto en IA que con un cambio estructural de tendencia. Sin embargo, el episodio confirma que el mercado está cada vez menos dispuesto a tolerar narrativas sin números: cuando la inversión es elevada y la visibilidad del retorno es limitada, la volatilidad aumenta.

En este contexto, el comportamiento de los índices asiáticos actúa como un barómetro claro: si la presión sobre tecnología se mantiene y el dólar continúa cediendo frente al yen, podría prolongarse el tono defensivo. Si, por el contrario, el mercado encuentra señales de estabilización en Estados Unidos —ya sea por datos macro, por mensajes de la Fed o por una guía empresarial más sólida— Asia podría recuperar tracción. Hasta entonces, la sesión del martes deja un mensaje sencillo: el “trade IA” sigue vivo, pero el listón de credibilidad es más alto.