Wall Street recalibra el Russell, Dow jones cae 100 puntos y mientras el S&P 500 cierra su mejor temporada de beneficios desde 2024
Claves:
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Principales índices de EE. UU., modestamente a la baja; el Nasdaq cae ~0,4–0,5%
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Sanidad lidera las subidas; energía, el peor sector
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Euro STOXX 600, al alza ~0,7%
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El dólar cede; crudo −1%>, bitcoin −3%, oro casi plano
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El T-Note a 10 años baja hacia el 4,18%
Según la actualización de Melissa Roberts, la reconstitución de la familia de índices Russell del próximo año —que por primera vez se hará dos veces al año, en junio y noviembre— vendrá con un listón de acceso más alto para las compañías.
En el caso del Russell 2000, índice de small caps estadounidenses, la capitalización mínima para entrar en el rebalanceo de junio se sitúa ahora en 157 millones de dólares, por encima de su anterior previsión de 149 millones y muy lejos de los 119 millones que se exigieron en la última revisión. Para el Russell 1000, que agrupa a las grandes compañías, Roberts eleva el umbral a 5.500 millones de dólares, desde los 5.300 millones calculados previamente y los 4.600 millones del último ajuste.
Estos cambios reflejan tanto la inflación de valoraciones en la parte alta del mercado como la voluntad de los proveedores de índices de mantener unos criterios de liquidez y tamaño homogéneos en cada segmento.
Siete OPV en el radar de los índices
Roberts prevé que siete OPV se incorporen a la familia Russell en las próximas ventanas de entrada. De ellas, una pasaría directamente al Russell 1000 y seis al Russell 2000, reforzando el peso de las nuevas salidas a bolsa en la parte baja del espectro de capitalización.
Entre las candidatas, la analista sitúa a Beta Technologies (BBETA) como futura integrante del Russell 1000. Para el Russell 2000, menciona a Central Bancompany (CBC), Lumexa Imaging (LMRI), Exzeo Group (XXZO), Cardinal Infrastructure (CDNL), Evommune (EEVMN) y Hyperliquid Strategies (PPURR) como nombres con altas probabilidades de inclusión.
Russell añade OPV de forma trimestral: las compañías que salgan a bolsa y coticen entre el 1 de noviembre y el 31 de enero de 2026 podrán entrar en el primer trimestre de 2026, con efecto tras el cierre de la sesión del 20 de marzo. Para estas empresas, la entrada en los índices puede suponer un impulso significativo de liquidez y visibilidad.
La mejor temporada de beneficios del S&P 500 desde 2024
En paralelo, el foco sigue puesto en la temporada de resultados del S&P 500, ya prácticamente cerrada. De acuerdo con los datos de LSEG, las compañías del índice han registrado un crecimiento de beneficios del 15% en el tercer trimestre, el mayor incremento interanual desde el 17,1% contabilizado en el cuarto trimestre de 2024.
Las previsiones para el cuarto trimestre de 2025 apuntan a un crecimiento de beneficios del 8,5% para el S&P 500, lo que, sin ser tan espectacular como el dato del tercer trimestre, sigue siendo una cifra sólida en términos históricos. El dato llega en un contexto de ligera corrección en los índices —con el S&P 500 cayendo alrededor de un 0,21% y el Dow Jones cerca de un 0,24%— pero con un trasfondo de beneficios corporativos en expansión.
Menos advertencias negativas de lo habitual
Otro elemento relevante es el balance de preanuncios de beneficios. Para el cuarto trimestre de 2025, las compañías del S&P 500 han emitido 52 advertencias negativas de BPA frente a 47 preanuncios positivos, lo que deja una ratio negativo/positivo de 1,1 a 1.
Este dato está muy por debajo tanto de la media histórica de 2,5 a 1 desde 1997 como de la media de 1,9 a 1 registrada en los últimos cuatro trimestres. En la práctica, implica que el tono de las compañías de cara al cierre de año es menos pesimista de lo habitual, algo que encaja con la expectativa de crecimiento positivo de los beneficios.
Un mercado que corrige, pero con fondo macro todavía constructivo
A corto plazo, la sesión viene marcada por recortes modestos en los índices estadounidenses —especialmente en el Nasdaq, que cae entre un 0,4% y un 0,5%— mientras el sector salud lidera las subidas y energía se sitúa como el peor comportamiento del día. En Europa, el Euro STOXX 600 avanza en torno a un 0,7%, reflejando un tono algo más constructivo al otro lado del Atlántico.
En los mercados de activos reales y divisas, el dólar retrocede, el crudo cede más de un 1%, el bitcoin corrige alrededor de un 3% y el oro se mantiene prácticamente sin cambios. La TIR del Treasury a 10 años desciende hasta el entorno del 4,18%, aliviando ligeramente la presión sobre las valoraciones de renta variable.
El ajuste en los criterios de los índices Russell, la fortaleza de los beneficios del S&P 500 y un mercado que corrige sin señales de estrés evidente dibujan un escenario complejo: los inversores se mueven entre el apetito por las grandes historias de crecimiento, el escrutinio sobre las small caps y la necesidad de interpretar con cuidado tanto los datos de beneficios como los mensajes del mercado de deuda.
