Wall Street en verde: Dow Jones, Nasdaq y S&P 500 con ganancias hoy
Wall Street encadenó una de esas jornadas que últimamente parecen casi exóticas: todo en verde y todos los grandes índices subiendo a la vez. El S&P 500 cerró en 6.765,88 puntos (+0,91 %), el Nasdaq en 23.025,59 (+0,67 %), el Dow Jones en 47.112,14 (+1,43 %) y el Russell 2000, termómetro de las small caps, se anotó la mayor subida del día hasta 245,12 puntos (+2,18 %). Que los cuatro grandes índices estadounidenses terminen en positivo el mismo día se ha vuelto algo raro en un mercado nervioso, muy pendiente de la Reserva Federal, de la “burbuja IA” y de los datos macro que llegan con cuentagotas tras el cierre parcial del Gobierno.
La Fed mueve el ánimo: suben las apuestas por un recorte en diciembre
El telón de fondo de este pleno en verde está en la renta fija y en las expectativas de política monetaria. Wall Street encadena ya cuatro sesiones de subidas, impulsado por la idea de que la Fed podría recortar los tipos en diciembre. Los futuros descuentan ahora cerca de un 85 % de probabilidad de un recorte de 25 puntos básicos el mes que viene, casi el doble que hace apenas una semana. A ello se suman las declaraciones de miembros clave de la Fed con un tono algo más dovish y unos datos macro que dibujan un equilibrio muy fino: la economía no parece caer en recesión, pero se enfría lo suficiente como para darle a la Fed “permiso político” para aflojar algo el freno.
Las nuevas peticiones semanales de subsidio de desempleo cayeron hasta 216.000, por debajo de las 225.000 esperadas, y los pedidos de bienes de capital clave subieron un 0,5 % frente al 0,3 % previsto. Es decir: la economía sigue viva, pero no lo bastante fuerte como para obligar a la Fed a mantener el pie a fondo sobre el freno de los tipos. Como resumía una gestora, el mensaje implícito del día fue: “no hay recesión inminente, pero el enfriamiento da margen para recortar”.
Amplitud de mercado: no solo suben los sospechosos habituales
Otro dato relevante de la sesión es que no fue solo un “día tech”. Los cuatro índices subieron y la amplitud del mercado acompañó: en el NYSE, los valores que subieron superaron a los que cayeron por un ratio de 2,46 a 1, y en el Nasdaq por casi 2 a 1. El S&P 500 llegó a marcar 14 nuevos máximos de 52 semanas sin registrar ningún mínimo nuevo, mientras que el Nasdaq sumó 60 nuevos máximos frente a 23 mínimos.
Dentro del S&P 500, todos los sectores cerraron en positivo salvo comunicación, lastrado por el retroceso de Alphabet. Las mega-cap volvieron a tirar del carro y llevaron al S&P y al Nasdaq a máximos de dos semanas, mientras el Dow se acercaba también a su techo quincenal. Para un mercado que venía de una corrección intensa liderada por tecnológicas y miedo a burbuja de IA, este patrón de subidas generalizadas sabe a algo más que un simple rebote intradía.
Dell, HP y el termómetro de la economía real
En el lado micro, la sesión dejó dos historias opuestas que ayudan a leer por dónde respira el ciclo. Dell repuntó alrededor de un 2,3 % tras presentar previsiones de ingresos y beneficios mejores de lo esperado, gracias sobre todo a la fuerte demanda de servidores para data centers de IA. Es la otra cara de la narrativa de burbuja: el mercado teme el exceso de expectativas, pero al mismo tiempo ve cómo la inversión en infraestructura para IA sigue siendo muy real.
HP, en cambio, cayó en torno a un 2,3 % al presentar previsiones de beneficio mucho más débiles de lo deseado y anunciar despidos. Es el recordatorio de que no todos viajan en el cohete de la IA y de que el consumo de hardware tradicional y PC sigue bajo presión. La coexistencia de estas dos dinámicas —boom de IA y fatiga en segmentos maduros— es una de las razones por las que los inversores dudan si estamos ante una nueva fase expansiva o ante la parte alta de una burbuja.
Consumo, empleo y la prueba del fuego navideña
Todo esto ocurre justo cuando el mercado se prepara para la prueba de estrés anual del consumo: Acción de Gracias, Black Friday y Cyber Monday. Son días de menor volumen y mayor volatilidad, pero también un termómetro crítico para las grandes cadenas. La National Retail Federation espera que las ventas navideñas superen por primera vez el billón de dólares, pero los resultados recientes de retailers como Walmart o Target han sido mixtos, y las subidas de precios por aranceles y la ola de despidos en varios sectores añaden ruido al panorama.
La caída de las solicitudes de desempleo da cierto alivio, pero el mercado sabe que el relato puede cambiar rápido si las compañías usan la campaña navideña para ajustar más plantilla o si el consumidor medio empieza a recortar de verdad su gasto discrecional. Por eso, aunque el día haya sido todo verde, nadie se atreve a cantar victoria.