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Tesla bajo investigación en EE. UU. por fallos en las puertas del Model Y

Tesla model Y
Tesla, otra vez cuestionada: investigan 174.000 Model Y por problema de acceso

La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) anunció este martes la apertura de una investigación sobre 174.290 vehículos Tesla Model Y del año 2021, tras detectar posibles fallos en las manijas de las puertas. El regulador busca evaluar los riesgos de seguridad asociados a este problema, luego de recibir varios reportes de usuarios que aseguran no haber podido abrir las puertas del vehículo en situaciones críticas.

De acuerdo con la NHTSA, se han registrado nueve denuncias formales relacionadas con la imposibilidad de abrir las puertas. En la mayoría de los casos, los incidentes involucraron a padres que, tras estacionar el vehículo, intentaban sacar a sus hijos del asiento trasero o colocarlos antes de iniciar el ciclo de conducción. “En esos eventos, los padres no pudieron volver a abrir una puerta para acceder de nuevo al vehículo”, explicó la agencia en su comunicado.

El origen del problema

Una revisión preliminar sugiere que el fallo se produce cuando los seguros de las puertas no reciben suficiente voltaje desde el sistema eléctrico del automóvil. Esto provoca que las manijas exteriores se vuelvan inoperativas, impidiendo el acceso al habitáculo. Lo llamativo es que, según los propietarios de los vehículos afectados, no aparece ninguna advertencia de batería baja antes de que las manijas dejen de funcionar, lo que dificulta prever el fallo.

Aunque hasta ahora no se han reportado accidentes graves ni lesiones derivadas de este defecto, la NHTSA considera que el problema podría comprometer la seguridad de los ocupantes, especialmente en situaciones donde es crucial salir o entrar rápidamente al automóvil.

Tesla bajo la lupa regulatoria

Tesla ya se ha enfrentado a varias investigaciones de la NHTSA en los últimos años por distintos problemas técnicos en sus vehículos, desde fallos en sistemas de dirección asistida hasta incidentes con el piloto automático. La nueva pesquisa sobre el Model Y se suma a una lista que refleja la creciente vigilancia de las autoridades estadounidenses sobre el fabricante de Elon Musk, en un momento en que la empresa busca consolidar su liderazgo en el mercado global de autos eléctricos.

El Model Y, en particular, es uno de los modelos más vendidos de la marca y un pilar de su estrategia comercial. Cualquier señal de vulnerabilidad técnica no solo impacta en la seguridad, sino también en la reputación de Tesla y en la confianza de los consumidores.

Riesgos y próximos pasos

La investigación abierta es preliminar y busca recopilar más datos antes de determinar si se requiere una campaña oficial de retirada (recall). Si la NHTSA concluye que el fallo es generalizado y representa un riesgo significativo, Tesla podría verse obligada a reparar o reemplazar los sistemas de las puertas en los vehículos afectados.

El fabricante aún no ha emitido un comunicado sobre este caso específico, aunque en anteriores ocasiones ha respondido a las investigaciones del regulador con actualizaciones de software o ajustes técnicos.

Un debate sobre la seguridad digitalizada

Este nuevo incidente también reaviva el debate sobre la complejidad tecnológica de los vehículos eléctricos y conectados. A medida que los autos incorporan sistemas más sofisticados, los fallos ya no se limitan a componentes mecánicos, sino que involucran software, baterías y redes eléctricas internas. Para expertos en seguridad vial, el caso del Model Y refleja cómo incluso detalles aparentemente simples, como una manija de puerta, pueden convertirse en un punto crítico cuando dependen de sistemas electrónicos.

La investigación de la NHTSA sobre el Tesla Model Y se encuentra en una etapa inicial, pero pone de relieve la necesidad de garantizar que la innovación tecnológica en la industria automotriz vaya acompañada de controles rigurosos de seguridad. Con miles de unidades en circulación, la resolución de este caso será seguida de cerca por consumidores, competidores y reguladores.

De confirmarse un defecto generalizado, Tesla podría enfrentar no solo una llamada a revisión costosa, sino también un nuevo capítulo en el escrutinio global sobre la seguridad de sus vehículos eléctricos.