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Meta y Ray-Ban lanzan gafas que prometen revolucionar la era sin pantallas: descubre su precio

Meta y Ray-Ban presentan unas gafas inteligentes que prometen revolucionar la forma de interactuar con la tecnología, dando el primer paso hacia una era sin pantallas

Meta web
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Las nuevas gafas inteligentes de Meta, las Meta Ray-Ban, no son un simple accesorio tecnológico de unos 400€. Representan un cambio de era: el paso de la tecnología que sostenemos en la mano a la tecnología que forma parte de nosotros. Son el punto de partida de la llamada computación invisible, un concepto que redefine la relación entre humanos y dispositivos, y que promete transformar nuestra manera de interactuar con el mundo. 

Durante más de una década, el móvil ha sido el epicentro de la vida digital. Todo —comunicación, trabajo, ocio, información— giraba en torno a esa pantalla rectangular que llevamos en el bolsillo. Pero las Meta Ray-Ban marcan el inicio de un desplazamiento sutil pero imparable: de la mano al rostro, del gesto al comando de voz, de mirar la pantalla a mirar el mundo con información añadida.

De accesorio a interfaz

El propósito de las Meta Ray-Ban va mucho más allá de añadir tecnología a unas gafas. Buscan integrar la información digital en la experiencia cotidiana sin interrumpirla, sin pantallas ni gestos invasivos. Como explicó uno de los directivos de Meta: “El objetivo no es reemplazar las gafas, sino reemplazar la forma en que interactuamos con la información.”

Estas gafas incorporan cámara, micrófonos, altavoces y, sobre todo, el asistente de inteligencia artificial Meta AI, capaz de ver lo mismo que tú y responderte en tiempo real. Puedes pedirle que traduzca un cartel, que te diga qué marca es un coche, que capture una foto desde tu punto de vista o que te lea un mensaje mientras caminas. Es una interfaz completamente nueva: voz, visión e inteligencia contextual.

Un nuevo centro de gravedad

El smartphone no desaparecerá de la noche a la mañana, pero su protagonismo se diluirá. Las Meta Ray-Ban no compiten con el móvil: lo reemplazan como centro de la experiencia digital. Su fuerza está en la naturalidad: no tienes que sacar nada del bolsillo ni mirar hacia abajo. Simplemente, hablas, observas y actúas.

Esta idea conecta con una tendencia más amplia: la de la computación ubicua, donde los dispositivos desaparecen en la experiencia. Igual que el asistente de voz ya nos acompaña en casa o en el coche, ahora las gafas se convierten en el puente entre la realidad física y la digital. El futuro apunta hacia una tecnología manos libres, sin pantallas, más humana y menos adictiva.

Tecnología que ve lo que tú ves

Las funciones actuales pueden parecer simples, pero esconden una revolución conceptual. Las gafas permiten tomar fotos y vídeos desde una perspectiva natural, grabados desde tu punto de vista, con audio espacial y llamadas manos libres. Meta AI añade un nivel más: la capacidad de comprender lo que ocurre a tu alrededor. Puedes preguntarle “¿qué edificio es ese?” o “¿dónde puedo comer cerca?” y obtendrás una respuesta instantánea, sin mirar un mapa.

Esta inteligencia contextual abre un abanico de posibilidades en el trabajo, los viajes o la creación de contenido. En entornos laborales, podrían servir para asistencia visual, traducciones en tiempo real o recordatorios de tareas. En el ocio, permiten vivir el momento sin interrumpirlo con el móvil. Y en el futuro, cuando incorporen proyección visual, podrían mostrar información superpuesta sobre el entorno, acercándonos al sueño de la realidad aumentada cotidiana.

Cambiar la forma de mirar

El impacto de las Meta Ray-Ban no es solo tecnológico, sino cultural y social. Durante años, la sociedad ha desarrollado una relación de dependencia con las pantallas: mirar el móvil se convirtió en un reflejo, una extensión del cuerpo. Estas gafas proponen justo lo contrario: levantar la vista.

La idea de una sociedad heads up —mirando al mundo, no al teléfono— suena casi romántica, pero es profundamente transformadora. Si la tecnología deja de exigir nuestra atención constante, podríamos recuperar una forma más natural de comunicación, más fluida y menos mediada. Sin embargo, también surgen preguntas legítimas: ¿qué pasa con la privacidad si todos llevamos una cámara y un micrófono encima? ¿Qué límites debería tener esta nueva mirada asistida por IA?

Meta Connect 2025: Opening Keynote
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El metaverso sin metaverso

Paradójicamente, estas gafas materializan una versión mucho más realista del llamado metaverso. No es un espacio virtual al que entramos, sino una fusión gradual entre lo físico y lo digital. En lugar de vivir dentro de una simulación, la información se proyectará sobre el mundo real, sin que tengamos que salir de él.

Meta ha aprendido de sus errores iniciales: la idea de un universo virtual completo resultaba demasiado lejana. Pero las Meta Ray-Ban son un primer paso tangible hacia ese ideal. “Hoy son gafas con IA; mañana serán nuestra ventana al mundo aumentado”, resume un ingeniero de la compañía.

La transición ya empezó

Lo que las Meta Ray-Ban anuncian no es una moda, sino una transición tecnológica: del smartphone al smartwear. En una década, probablemente no hablaremos de “dispositivos inteligentes”, porque la inteligencia estará integrada en todo lo que llevamos puesto. La cámara, el asistente, el traductor o el navegador dejarán de ser apps y pasarán a ser capacidades naturales del entorno.

Las frases que hoy suenan grandilocuentes —“el inicio del fin del móvil”, “la tecnología deja de estar en la mano y pasa a formar parte de nosotros”— serán, en pocos años, simples constataciones. Así ocurrió con los teléfonos táctiles, con los relojes inteligentes y con los asistentes de voz.

Ciencia ficción hecha cotidiana

Durante décadas, la ciencia ficción nos preparó para este momento. Desde Minority Report hasta Her, las películas imaginaban una tecnología que entendiera el contexto, que escuchara y respondiera con naturalidad. Las Meta Ray-Ban son ese punto intermedio entre el presente y ese futuro anticipado: todavía no proyectan hologramas, pero ya son capaces de ver, oír y comprender lo que ocurre a nuestro alrededor.

Mirar el mundo, no la pantalla

En última instancia, el valor de las Meta Ray-Ban no está en su diseño ni en sus especificaciones técnicas, sino en lo que simbolizan: un cambio profundo en la forma en que percibimos y vivimos la tecnología. Representan un paso hacia una interacción más humana, donde la información fluye sin interponerse entre nosotros y la realidad.

Como toda revolución, también plantea dilemas. ¿Queremos un mundo en el que la tecnología lo vea todo? ¿O preferimos mantener el filtro de la pantalla como barrera protectora? La respuesta, como siempre, dependerá de cómo decidamos usarla.

Por ahora, las Meta Ray-Ban son el primer vistazo a ese futuro híbrido en el que la realidad aumentada y la inteligencia artificial convivirán de forma natural con nosotros. Un futuro donde la tecnología deja de pedir nuestra atención… y empieza a acompañarnos sin que tengamos que mirar abajo. Porque, al final, quizá el verdadero avance no sea mirar más pantallas, sino volver a mirar el mundo.

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