India, Europa y los BRICS: los nuevos objetivos de la ofensiva arancelaria de Trump
Las críticas del expresidente estadounidense a los aranceles indios y su advertencia de sanciones a Rusia y China colocan de nuevo a la guerra comercial en el centro del tablero internacional. Mientras tanto, Europa expresa su malestar y los BRICS preparan una respuesta conjunta.
Donald Trump ha vuelto a colocar la guerra comercial en la primera línea del debate internacional. En un mensaje en TruthSocial, el presidente criticó con dureza la relación histórica entre Estados Unidos e India, asegurando que ha sido unilateral: Washington vende poco a Nueva Delhi, mientras que las exportaciones indias hacia territorio estadounidense crecen año tras año. Según Trump, la causa principal radica en que India ha mantenido “los aranceles más altos del mundo”, dificultando el acceso de productos estadounidenses a su mercado interno.
Trump recordó que India compra gran parte de su petróleo y equipamiento militar a Rusia, lo que añade un componente geopolítico adicional al enfrentamiento comercial. La oferta reciente del gobierno indio de reducir sus aranceles a cero fue calificada por Trump como “tardía”, dejando claro que la Casa Blanca, en caso de su regreso, endurecería la relación.
Las implicaciones no se limitan a India. Trump subrayó que cualquier sanción directa contra Rusia, acompañada de medidas secundarias contra China, reconfiguraría de nuevo el tablero económico global. Para analistas consultados por Negocios Televisión, este movimiento busca no solo frenar a Moscú y Pekín, sino también condicionar a economías emergentes que han ganado espacio en los últimos años.
Europa tampoco escapa a este escenario. Con la vista puesta en sus exportaciones y el temor a una escalada arancelaria, Bruselas expresa su malestar y prepara argumentos frente a posibles medidas que afecten a sectores clave de su economía.
En paralelo, los BRICS comienzan a mover ficha. La próxima semana, Lula da Silva encabezará una reunión virtual en la que se definirá la postura del bloque ante el endurecimiento de la política comercial estadounidense. India y Brasil, los países más directamente golpeados por la ofensiva, reclaman una estrategia común que les permita plantar cara a Washington sin fracturar la unidad interna.
La tensión comercial se convierte, así, en el nuevo motor de la agenda internacional. Lo que comenzó como un pulso bilateral entre Estados Unidos e India amenaza con derivar en un conflicto económico de mayor alcance, con repercusiones en Europa, Asia y América Latina. El resultado de esta dinámica no solo marcará el rumbo del comercio mundial, sino también la estabilidad de las relaciones geopolíticas en un momento en el que cada movimiento se traduce en un reacomodo de poder global.
