Ucrania amplía su ofensiva: el corazón del combustible ruso al descubierto

Kiev afirma haber impactado el gran complejo petrolero de Ryazan Refinery en Rusia

EPA/FILIP SINGER

Las fuerzas de Ucrania anunciaron un golpe directo al complejo petrolero de Ryazan, ubicado a unos 200 km de Moscú. Según su estado mayor, se registraron fuego y daños tras el ataque nocturno, en lo que podría ser otro paso de la ofensiva ucraniana sobre la infraestructura energética rusa.

La tensión en torno al conflicto entre Ucrania y Rusia arrojó un nuevo capítulo con la afirmación de Kiev de que sus fuerzas atacaron el complejo petrolero de Ryazan. El reporte de las autoridades ucranianas detalla que se alcanzó el objetivo y se registró un incendio en las instalaciones de refinado. 

Por su parte, las autoridades de la región de Ryazan admitieron que se produjo un incendio, aunque atribuyeron los hechos a los escombros de drones abatidos derribados sobre la infraestructura industrial. 

¿Qué representa el complejo de Ryazan?

El complejo de Ryazan, operado por Rosneft, se encuentra entre las mayores refinerías de Rusia. Su ubicación, relativamente cercana a Moscú, lo convierte en un objetivo simbólico y estratégico para Ucrania, que busca socavar no sólo la capacidad logística rusa sino también su infraestructura energética crítica.

Implicaciones estratégicas

Este tipo de ataques reflejan un cambio en la naturaleza del conflicto: ya no sólo se enfrentan ejércitos en el frente, sino que también se apuntan a nodos industriales clave. Según análisis recientes, el objetivo de Ucrania es reducir la capacidad de refinado rusa y, por extensión, dificultar tanto el abastecimiento doméstico del adversario como sus exportaciones petro-energéticas. 

La repercusión inmediata puede encontrarse en el alza de costes de combustible en Rusia, posibles interrupciones logísticas y una mayor vulnerabilidad en la cadena de suministro energética para el Kremlin.

Reacción y panorama cercano

Hasta el momento no se han confirmado cifras de daños oficiales por parte rusa más allá del incendio comunicado. Tampoco se ha difundido información acerca de víctimas o interrupción prolongada de la planta. El gobernador regional afirmó que los servicios de emergencia están trabajando en la evaluación del daño. 

En el corto plazo, la cuestión clave será: ¿puede Rusia aislar esta ofensiva, contener los efectos operativos y poner en marcha reparaciones rápidamente? O por el contrario, ¿este episodio marcará una escalada más clara de ataques de infraestructura que presionen aún más a la economía rusa y sus capacidades militares?

El anuncio de Ucrania acerca del ataque al complejo de Ryazan representa un nuevo escalón en la guerra de infraestructuras energéticas. Si bien falta confirmación detallada de los daños exactos, el gesto tiene un impacto simbólico y práctico: demuestra que los centros industriales aun en territorio ruso —y no sólo en la zona del frente— están expuestos. En este juego, el combustible también es un arma, y la red de refinerías un campo de batalla.