La OCS desafía el orden internacional

Rusia, China e India golpean a Trump y ponen en jaque la hegemonía de Estados Unidos

El historiador José Miguel Villarroya analiza en Negocios TV cómo la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái y el desfile militar en China simbolizan un giro en el tablero geopolítico que deja a Washington en una posición incómoda frente a un bloque emergente cada vez más cohesionado.

VILLARROYA: "Rusia, China e India han dado un duro golpe a Trump y a la hegemonía de EEUU"

La mirada internacional está puesta en Shanghái. Rusia, China e India han dado un golpe de efecto que trasciende lo económico para situarse en el terreno político y militar. En el marco de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), los tres gigantes han reforzado sus lazos en un momento en el que Donald Trump, tradicionalmente protagonista de las tensiones globales, aparece en segundo plano.

Según explica José Miguel Villarroya en Negocios TV, el movimiento supone “un duro golpe” a las aspiraciones de Trump de mantener la hegemonía norteamericana. Estados Unidos había buscado debilitar esa relación tripartita, pero el resultado parece ser el contrario: un eje más sólido que coloca a Washington en una posición defensiva en Asia.

India es, a juicio de Villarroya, el eslabón más frágil de esta cadena. No por falta de peso económico, sino por la fuerte dependencia de sus multinacionales tecnológicas con el mercado estadounidense. Pese a ello, la aproximación de Narendra Modi a Pekín y Moscú muestra que la estrategia de presión de Trump no está funcionando como se esperaba.

Mientras tanto, Vladimir Putin aprovecha la coyuntura para lanzar mensajes a Europa. Rusia no descarta la integración de Ucrania en la Unión Europea, aunque considera “inaceptable” su entrada en la OTAN. Esta distinción, subraya Villarroya, es clave: el Kremlin intenta trasladar a Bruselas el coste de la reconstrucción ucraniana mientras cierra la puerta a cualquier amenaza militar en sus fronteras.

La guerra sigue, sin avances en el frente diplomático, y Moscú ya desliza que podría ampliar su ofensiva más allá del Donbás. Declaraciones como las del jefe del Estado Mayor, Valeri Gerasimov, apuntan a que Rusia podría incorporar otras regiones estratégicas para consolidar su cinturón de seguridad, lo que elevaría aún más la tensión con Occidente.

En paralelo, China prepara una demostración de fuerza con su desfile militar. Entre los anuncios se esperan misiles hipersónicos y armas de nueva generación que buscan enviar un mensaje claro: Pekín está dispuesto a defender su posición en el tablero global. Como explica Villarroya, estos desfiles funcionan como “pasarelas de moda militar”, donde se enseña lo justo para intimidar sin mostrar todas las cartas.

Europa, por su parte, se enfrenta a un relato cada vez más enrarecido. Villarroya alerta de la proliferación de noticias que buscan situar a Rusia como responsable de cualquier incidente, un discurso que alimenta la justificación de gastos militares en países con serias dificultades económicas como Alemania o Francia.

En definitiva, el tablero geopolítico se mueve hacia un escenario en el que Moscú, Pekín y Nueva Delhi refuerzan posiciones mientras Estados Unidos lidia con una pérdida de influencia en Asia. Trump, que buscaba dividir, se enfrenta ahora a un bloque más cohesionado que nunca.

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