EE.UU. proporcionará inteligencia a Ucrania para ataques de largo alcance
Según reporta el Wall Street Journal citando a funcionarios estadounidenses, Estados Unidos comenzará a compartir inteligencia con Ucrania para respaldar ataques de misiles de largo alcance contra instalaciones energéticas rusas. La medida, aprobada por el presidente Donald Trump, busca cortar ingresos y suministro de petróleo a Rusia.
Estados Unidos está preparando el envío de inteligencia a Ucrania con el fin de apoyar ataques de misiles de largo alcance contra la infraestructura energética de Rusia, según informó el Wall Street Journal citando a funcionarios estadounidenses no identificados. La decisión fue aprobada recientemente por el presidente Donald Trump y representa un escalamiento en la asistencia militar estadounidense a Kiev en el conflicto con Moscú.
La inteligencia proporcionada permitirá a Ucrania identificar con mayor precisión objetivos estratégicos, incluyendo refinerías, oleoductos, centrales eléctricas y otras instalaciones críticas, con el objetivo de afectar los ingresos y la capacidad de suministro de energía de Rusia. Este enfoque busca debilitar la economía rusa y limitar los recursos que Moscú podría utilizar en operaciones militares.
Además del intercambio de inteligencia, funcionarios estadounidenses señalaron que Washington está evaluando el envío de armas de largo alcance, como misiles Tomahawk y Barracuda, aunque aún no se ha tomado una decisión definitiva. La intención sería complementar la capacidad de Ucrania para realizar ataques precisos y estratégicos sobre objetivos vitales para la economía y la logística rusa.
El anuncio también incluye un llamado a los aliados de la OTAN para que proporcionen inteligencia similar, buscando coordinar esfuerzos y maximizar el impacto de las acciones contra la infraestructura energética rusa. La cooperación internacional en este ámbito refleja la importancia de la coordinación entre Estados Unidos, Europa y Ucrania frente a la guerra prolongada.
Expertos militares señalan que la provisión de inteligencia de alta calidad y posibles armas de largo alcance podría cambiar la dinámica en el conflicto, incrementando la capacidad de Ucrania para realizar operaciones estratégicas que no dependen únicamente de combates directos en el terreno. Sin embargo, advierten que también eleva los riesgos de escalada militar y podría provocar represalias más severas por parte de Rusia.
La medida subraya la creciente implicación de Estados Unidos en la guerra en Ucrania y su estrategia de apoyar indirectamente los ataques sobre la infraestructura crítica del adversario, mientras se busca evitar un conflicto directo entre ambos países. Se espera que en los próximos días se definan los detalles sobre la forma y el alcance de la inteligencia que será compartida y sobre la posible entrega de armamento de largo alcance.