El gigante japonés aprovecha el tirón de su nueva consola y eleva su guía para el año fiscal 2026

Nintendo dispara las ventas un 110% gracias a Switch 2 y mejora previsiones pese a los aranceles de EE. UU.

UNSPLASH / ERIK MCLEAN
Nintendo ha firmado un primer semestre de 2026 muy por encima de lo esperado: ingresos que se más que duplican hasta 1,099 billones de yenes y un beneficio neto que salta un 83% hasta 198,9 mil millones de yenes, impulsados por el lanzamiento de Nintendo Switch 2 en junio. La compañía, que ya ha vendido más de 10 millones de unidades de la consola, revisa al alza su objetivo anual y reconoce que ha tenido que incorporar al cálculo el impacto de las medidas arancelarias de Estados Unidos.

Nintendo vuelve a demostrar que, cuando acierta con el hardware y lo acompaña de franquicias fuertes, su máquina de hacer dinero sigue intacta. La compañía japonesa informó de que en la primera mitad de su ejercicio fiscal 2026 (abril-septiembre de 2025) sus ventas netas aumentaron un 110% interanual hasta 1,099 billones de yenes, lo que al cambio ronda los 7.100 millones de dólares, y que el beneficio neto avanzó un 83% hasta 198,9 mil millones de yenes. El punto de inflexión ha sido, sin discusión, la llegada de Nintendo Switch 2 en junio, que ha tenido una recepción de mercado muy por encima del modelo original y ha permitido acelerar tanto la venta de consolas como la de software asociado.

La propia compañía explica que las ventas procedentes de su plataforma de videojuegos dedicada se dispararon en torno a un 120% frente al mismo periodo del año anterior, hasta situarse muy cerca del billón de yenes, sustentadas en tres factores: precio de lanzamiento más alto que el de la Switch original, bundles con títulos de éxito desde el primer día y fuerte demanda en Estados Unidos y Europa. A esto se suma que los grandes títulos first party —con “Mario Kart World” y “Donkey Kong Bananza” a la cabeza— han funcionado como auténticos motores de adopción, y que la retrocompatibilidad con el catálogo de Switch ha evitado el clásico valle de software que suele acompañar a las nuevas generaciones de consolas.

Con este escenario tan favorable, Nintendo ha decidido mover ficha en su guía anual. La compañía ha elevado su previsión de ventas para todo el ejercicio desde 1,9 billones de yenes hasta 2,2 billones de yenes y ha explicado que en esa revisión ya está incorporado el impacto de las medidas arancelarias de Estados Unidos vigentes a finales de septiembre de 2025, tanto en el volumen de ventas previsto como en la propia estimación financiera. Es decir, Nintendo asume que el entorno comercial va a ser más exigente, pero aun así espera vender más gracias al empuje de Switch 2 y a la campaña navideña.

El dato llega, además, en un contexto de clara competencia en el mercado de consolas y con tensiones comerciales entre Washington y Tokio que amenazan la cadena de suministro de componentes. Que Nintendo haya sido capaz de escalar producción, colocar más de 10 millones de unidades en apenas cuatro meses y aun así mejorar su outlook es una señal de que la demanda del producto sigue por delante de la oferta. También es una forma de blindar la cuenta de resultados antes de que los aranceles puedan encarecer la distribución en su principal mercado.

Para los inversores, el mensaje es doble. Por un lado, el ciclo de Switch 2 arranca fuerte y apunta a sostener ingresos recurrentes en hardware y software durante varios trimestres. Por otro, Nintendo muestra disciplina al trasladar al mercado cómo van a influir las tarifas estadounidenses, evitando sorpresas en el último tramo del ejercicio. Si el catálogo se mantiene vivo —con nuevas entregas de Pokémon y Kirby en el horizonte— y la compañía consigue seguir alimentando la base de usuarios, el año fiscal 2026 puede convertirse en uno de los más rentables de la historia reciente del grupo.