Gustavo Martínez. Economista
Sin duda hoy hemos traspasado una delgada línea roja, orquestada por un presidente calculador y sociópata dispuesto a sacrificar la imagen de su familia a nivel internacional si eso le hace obtener cuotas de poder y ganar rédito político entre los suyos. Y digo que hemos traspasado una delgada línea roja porque hoy se está produciendo el allanamiento del poder judicial de una manera que solo puede ser dirigida por alguien que odia la libertad y la independecia de los poderes del estado que garantizan esa libertad. Sanchez es el presidente más liberticida de la historia de la democracia en España y prueba de ello es el manejo arbitrario que hace del dinero público. En la última encuesta del CIS que ha ordenado durante su falso retiro, Sanchez ha incluido preguntas que tratan de posicionar al ciudadano en contra del poder judicial, buscando a través de la manipulación, hacer injerencia y poder lanzar globos sonda a la opinión pública con el fin de legitimar un asalto al poder judicial que le confirme como el presidente autócrata que aspira ser. El objetivo de Sanchez no es otro que poder controlar los 3 poderes del estado, y poder decidir bajo criterios subjetivos y arbitrarios qué debe ser censurado y qué jueces deben ser retirados. Lo que estamos viviendo es el incio de una dictadura que recuerda al kirchnerismo argentino que tanta pobreza y miseria dejó en aquel país. Estamos a tiempo de impedirlo, pero debemos pelear con todas nuestras fuerzas, pues nuestra libertad y la de nuestros hijos bien lo merecen.