Claves del día de Jose Antonio Vizner
A menos de una semana de la elección de Donald Trump, ya aparecen los nombres que definirán el nuevo gobierno y sus líneas de acción. En lo que parece una declaración de intenciones, los nombres de Mike Wolf, Marcos Rubio y Stephen Miller apuntan a un nuevo ciclo de diplomacia y seguridad en el que Estados Unidos podría tomar una dirección distinta a la de los últimos años. Personalmente, creo que las primeras señales son claras: reducción del apoyo a Ucrania, postura desafiante hacia China y una política migratoria aún más restrictiva.
Wolf, nombrado asesor de seguridad nacional, ha defendido públicamente que Estados Unidos debe reconsiderar su ayuda a Ucrania. Este tema siempre ha sido polémico, pero el hecho de que alguien de la nueva administración esté dispuesto a cuestionar esta ayuda plantea un cambio drástico en la relación.
Con estos nombres clave en la administración, el impacto global no se hace esperar, especialmente en Europa. La política de Trump apunta a fortalecer el dólar, lo cual genera preocupaciones sobre el impacto de un dólar fuerte en la economía europea, especialmente en sectores como el petróleo y el gas. Si el dólar sube, los costos de energía en Europa podrían dispararse, complicando aún más la situación para los países europeos que dependen de estas importaciones.
Además, esta situación afecta las inversiones y, para Europa, que busca liderar en tecnología verde e inteligencia artificial, puede significar un revés. Con una economía estadounidense fortalecida y políticas favorables a las empresas, las inversiones que se esperaban en Europa podrían dirigirse hacia Estados Unidos, dejando a sectores como el de la automoción europea en una posición difícil. Empresas como Volkswagen o BMW ya muestran interés en redirigir su capital hacia el mercado estadounidense.
Pero no solo la política internacional y económica de Trump están en juego; el auge de las criptomonedas también es una clave protagonista. Bitcoin, el rey indiscutible del mercado cripto, parece imparable, alcanzando niveles históricos cercanos a los 90.000 dólares. La pregunta ahora es si alcanzará los 100.000 este año, y muchos expertos creen que podría superar los 200.000 en 2025. A ello se suma un elemento curioso: el fundador de Cardano, uno de los activos de criptografía emergentes, se integrará como asesor en la administración Trump, lo que podría fortalecer la presencia de las criptomonedas en la economía de Estados Unidos.
El otro protagonista del escenario económico es el dólar, que sigue fortaleciéndose frente al euro. Esto significa que el euro podría caer aún más, dejando al dólar en una posición dominante, algo que, en mi opinión, refuerza el atractivo de bitcoin, una moneda descentralizada que parece tener el respaldo de un dólar fuerte en este contexto.
Este nuevo orden, donde Estados Unidos podría consolidarse como líder tanto en economía como en criptomonedas, marcará una era compleja para Europa. La administración Trump promete ser un desafío, no solo para la política exterior, sino para el equilibrio económico global.