Asia-Pacífico: mercados mixtos e incertidumbre global al compás de las nuevas tarifas de Trump
Las plazas bursátiles del Asia-Pacífico iniciaron la semana con movimientos dispares: la fuerte reacción de Corea del Sur y Hong Kong contrastó con la caída de Tokio, todo bajo el filtro de la escalada arancelaria promovida por el Gobierno de Donald Trump. El dólar, a su vez, cedió terreno frente al yen, mientras los inversores evalúan el impacto sobre el comercio mundial y las expectativas de estímulo monetario.
Cuando los operadores en Seúl, Shanghái o Sídney encendieron sus pantallas esta mañana, el sesgo era claramente mixto: aunque el Kospi subió un 1,32 % y el Hang Seng ganó un 1,20 %, el Nikkei 225 retrocedía un 0,92 %. En China continental, el índice Shanghai permanecía prácticamente plano y Shenzhen avanzaba un 1,06 %, mientras que en Australia el S&P/ASX 200 sumaba un 0,64 %. Este contraste refleja el clima de cautela con que los mercados asiáticos reciben el nuevo paquete arancelario anunciado por Washington.
La decisión de Estados Unidos de imponer gravámenes adicionales sobre productos importados —que incluyen un 100 % en medicamentos de marca y un 25 % en camiones pesados, entre otras medidas— ha generado una ola de revisión estratégica entre los inversores globales. La lectura desde Asia no es uniforme: los sectores exportadores vinculados a la industria farmacéutica y a los componentes electrónicos muestran signos de vulnerabilidad frente a barreras comerciales más estrictas, mientras que otras áreas se mantienen expectantes a un repunte de la demanda interna.
Además, la atención está puesta en la posibilidad de un cierre parcial del Gobierno estadounidense, lo que podría retrasar la publicación de datos clave como las nóminas no agrícolas de septiembre y complicar la interpretación de señales para la Reserva Federal. Este factor de riesgo político añade incertidumbre a un escenario ya tensionado por las decisiones comerciales y por la expectativa de que los bancos centrales puedan verse obligados a ajustar sus políticas de estímulo.
En el mercado de divisas, el dólar se depreció un 0,35 % frente al yen, situándose alrededor de los 148,98. Los movimientos sugieren que los operadores buscan refugios seguros y anticipan un posible retroceso del billete verde ante la creciente especulación de que la Fed podría verse forzada a moderar su política monetaria. El oro, por su parte, continúa ganando atractivo como activo de cobertura en medio de la volatilidad global.
Para el mundo empresarial y financiero, este panorama ofrece múltiples claves: la interrelación entre política comercial, mercados bursátiles y decisiones de los bancos centrales es más estrecha que nunca. En un contexto donde el dólar vacila, el comercio global se tensiona y los datos económicos se vuelven determinantes, operar sin un pulso claro resulta arriesgado.
En los próximos días, la atención se centrará en las negociaciones presupuestarias en Estados Unidos, posibles nuevas medidas de estímulo y la reacción real de los mercados ante este nuevo momento de fricción comercial.