El Banco de Japón mantiene los tipos en 0,50% y anuncia venta gradual de activos
El Banco de Japón decidió este viernes mantener sin cambios su tasa de referencia en el 0,50%, en línea con lo esperado por los mercados. La medida llega en un contexto de incertidumbre política tras la dimisión del primer ministro Shigeru Ishiba. Además, la institución anunció que comenzará a desprenderse de sus participaciones en fondos cotizados (ETF) y fideicomisos inmobiliarios (J-REIT), con un plan de venta paulatino para evitar turbulencias en los mercados.
El comité de política monetaria del Banco de Japón votó por mayoría (7-2) mantener la tasa de interés en el 0,50%, reafirmando su postura de cautela pese a las presiones inflacionarias y a la inestabilidad política que atraviesa el país tras la reciente renuncia del primer ministro Ishiba. La última subida se produjo en enero, cuando el organismo elevó en 25 puntos básicos el tipo, rompiendo con una década de tipos negativos y de estímulo monetario extraordinario.
Más allá de la decisión sobre los tipos, lo más destacado fue el anuncio de que la entidad comenzará a reducir su cartera de activos adquiridos en los años de políticas ultraflexibles. En concreto, se desprenderá de ETFs a un ritmo de unos 330.000 millones de yenes anuales y de participaciones en J-REIT por valor de unos 5.000 millones de yenes al año. El banco central recalcó que esta desinversión se hará bajo “principios fundamentales” que eviten efectos desestabilizadores en los mercados financieros.
Con esta estrategia, el BoJ envía una señal doble: por un lado, mantiene un entorno monetario estable para no frenar la recuperación económica, pero al mismo tiempo comienza a normalizar su balance, que durante años se expandió hasta niveles récord. La venta gradual de activos representa un giro simbólico tras décadas de intervención directa en los mercados bursátiles e inmobiliarios.
La incertidumbre política añade una capa extra de complejidad. La renuncia de Ishiba ha generado dudas sobre el rumbo del gobierno, lo que convierte al banco central en un actor clave para garantizar estabilidad. Los inversores internacionales miran de cerca estas señales, conscientes de que Japón sigue siendo un referente global en cuanto a políticas monetarias no convencionales.
La decisión de hoy confirma que el Banco de Japón avanza con prudencia: no acelera las subidas de tipos, pero tampoco mantiene intacto el legado de estímulos. Un delicado equilibrio que busca sostener la confianza en la tercera mayor economía del mundo.