Mercados internacionales | Asia-Pacífico despierta tras una decisión clave de política monetaria

China desacelera al 4,8 % pero reanima las bolsas asiáticas: qué está impulsando al rally

Los índices bursátiles en Asia-Pacífico repuntaron con fuerza este lunes tras la decisión de People’s Bank of China (PBOC) de mantener los tipos de interés inalterados y la publicación de datos macroeconómicos que, pese a reflejar un crecimiento moderado de la economía china, superaron expectativas en algunos frentes. El cierre al alza en Tokio (Nikkei +2,90 %), Hong Kong (Hang Seng +2,22 %) y Seúl (Kospi +1,44 %) evidencia que los inversores interpretan el escenario como una ventana de oportunidad.
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EPA/ALEX PLAVEVSKI

El arranque de la semana ha traído buenas noticias para los mercados asiáticos: en China continental, el Shanghai Composite avanzó un +0,69 %, mientras el Shenzhen Composite ganó un +0,54 %. En Japón, el Nikkei 225 escaló un +2,90 % y el coreano Kospi un +1,44 %. Australia también se unió al movimiento, con el S&P/ASX 200 subiendo un +0,41 % al cierre del día.

Por su parte, el dólar cotizaba prácticamente plano frente al yen, en torno a los 150,60 ¥, lo que indica que el impulso en renta variable asiática se centraba más en las acciones que en la moneda, y sugiere una confianza contenida en políticas monetarias adicionales de grandes bancos centrales.

La decisión del Banco Popular de China de no modificar los tipos de referencia ha transmitido un mensaje de estabilidad y de “no sobresalto” para el mercado financiero. Al mantener el status quo, el entorno de liquidez se preserva y los inversores liberan parte del temor a una reacción brusca de política monetaria.

Los datos macroeconómicos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas de China arrojaron señales mixtas pero en general mejores de lo previsto: la economía creció un 4,8 % interanual en el tercer trimestre, frente al 5,2 % del trimestre anterior. En términos trimestrales, creció un 1,1 %. Aunque un 4,8 % representa la tasa más baja en un año, la cifra, coincidente con las expectativas, sorprendió positivamente a los analistas. Otros indicadores señalaron que la producción industrial en septiembre avanzó un 6,5 % anual, mientras las ventas minoristas crecieron un 3,0 %, la lectura más débil en diez meses.

A pesar de las debilidades subyacentes —consumo interno tibio, inversión en activos fijos en contracción y un sector inmobiliario en crisis—, los mercados parecen apostar por un escenario de “menos malo” y por el hecho de que China, aun así, está en camino de alcanzar su objetivo de crecimiento cercano al 5 % para 2025. El rebote bursátil viene impulsado especialmente por sectores exportadores y manufactureros, que se benefician de una demanda externa relativamente sólida. Desde el punto de vista técnico, los analistas observan que el mercado estaba descontando un escenario más adverso, por lo que los datos han servido de revulsivo.

Entre los factores de riesgo, destaca la debilidad del consumo interno, con ventas minoristas que apenas avanzan. La inversión en activos fijos sigue estancada, lo que indica que las empresas mantienen cautela. Además, la contracción del sector inmobiliario continúa, afectando la confianza del sector privado. En el plano internacional, la tensión comercial con Estados Unidos sigue latente y cualquier nueva escalada podría golpear el ánimo inversor.

Los inversores deberán estar atentos a las próximas actuaciones del Banco Popular de China, posibles estímulos adicionales y los resultados empresariales de compañías con fuerte exposición asiática, como las del sector tecnológico y automovilístico. También será clave seguir los flujos hacia mercados emergentes y el impacto de la política de tipos de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, así como la evolución del yen y el yuan, que pueden afectar la competitividad y los flujos de inversión en la región.

El rebote de las bolsas asiáticas responde a una combinación de alivio —por la estabilidad monetaria— y optimismo moderado —por datos macroeconómicos que, aunque muestran desaceleración, resultaron menos débiles de lo esperado—. Este tipo de movimientos subraya la importancia de seguir de cerca tanto la política monetaria como los indicadores de demanda interna en China, ya que serán claves para el próximo tramo del ciclo bursátil en Asia-Pacífico. En un entorno global de crecimiento moderado, cualquier señal de soporte en China puede traducirse en una oportunidad para quienes estén atentos.

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