China

China revela impactante imagen 3I/ATLAS de Tianwen-1 orbitando cerca de Marte

Tianqing-1 logra observar con éxito el objeto interestelar Atlas, a más de 30 millones de kilómetros de distancia
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La sonda china Tianqing-1 ha conseguido un hito científico al observar con éxito el objeto interestelar 3I/ATLAS, utilizando su cámara de alta resolución. Durante la observación, realizada el pasado 3 de octubre de 2025, el orbitador se encontraba a unos 30 millones de kilómetros del cometa, convirtiéndose así en uno de los instrumentos más cercanos en registrar al misterioso visitante interestelar.

Los datos capturados por la cámara fueron recibidos y procesados por el sistema terrestre de control, y las primeras imágenes muestran una estructura claramente visible, con el núcleo del cometa y una coma brillante que se extiende por miles de kilómetros. Los investigadores del programa Tianqing combinaron varias imágenes tomadas en intervalos de 30 segundos para crear una secuencia animada que permite apreciar el movimiento del objeto en el espacio. Según el equipo, estas observaciones permitirán profundizar en el estudio de la composición y el comportamiento del cometa Atlas, el tercer objeto interestelar conocido que atraviesa el sistema solar.

Atlas del objeto interestelar y la posición relativa del orbitador Tianqing-1 Mars
Atlas del objeto interestelar y la posición relativa del orbitador Tianqing-1 Mars

El logro de Tianqing-1 supone una expansión significativa de su misión original, demostrando su capacidad técnica para detectar y seguir objetos extremadamente débiles y lejanos. Este avance representa un paso clave de cara a Tianqing-2, la siguiente generación de sondas que China planea destinar a la exploración de asteroides y cometas.

Atlas, descubierto el 1 de julio de 2025 por el telescopio ATLAS en Chile, destaca por su trayectoria hiperbólica, lo que confirma su origen fuera del sistema solar. Los astrónomos estiman que podría haberse formado hace entre 3.000 y 11.000 millones de años, probablemente en torno a estrellas del núcleo galáctico. Esto lo convierte en una muestra excepcional de material primitivo, que puede ofrecer información sobre la composición de exoplanetas antiguos y la evolución temprana de la Vía Láctea.

El proceso de observación fue especialmente complejo. El equipo de Tianqing-1 comenzó los preparativos a principios de septiembre, teniendo en cuenta los enormes desafíos técnicos: la gran distancia al objetivo (unos 30 millones de km), la alta velocidad relativa del cometa (58 km/s) y del orbitador (86 km/s), el pequeño tamaño del núcleo (unos 5,6 km) y su bajo brillo, hasta 100.000 veces más débil que los objetos normalmente fotografiados en la superficie de Marte.

La cámara de alta resolución de Tianqing-1 fue diseñada originalmente para obtener imágenes nítidas de la superficie marciana, no para detectar cuerpos celestes tan lejanos. Sin embargo, el equipo científico adaptó su funcionamiento mediante un ajuste preciso de la orientación orbital y del tiempo de exposición, además de simulaciones repetidas para garantizar la viabilidad de la toma. El resultado: una imagen sorprendentemente clara, captada al límite de la capacidad del instrumento.

Según los ingenieros responsables, este experimento ha servido como banco de pruebas para futuras misiones interplanetarias, validando tecnologías esenciales para el seguimiento óptico de cuerpos débiles en movimiento rápido.

Tianqing-1, lanzada en 2020 y en órbita marciana desde febrero de 2021, lleva ya más de cuatro años y ocho meses operando de forma estable. Su éxito con 3I/ATLAS demuestra no solo la precisión de su sistema de control y sus instrumentos, sino también la madurez de la exploración espacial china en la observación científica profunda.

Figura 2 Pregunta No. 1 cámara de alta resolución de envoltura capturada por el Atlas
Figura 2 Pregunta No. 1 cámara de alta resolución de envoltura capturada por el Atlas

El equipo del programa destacó que la experiencia acumulada con esta observación será fundamental para la planificación de misiones dedicadas a estudiar cometas y objetos interestelares, un nuevo campo que promete ampliar los límites del conocimiento humano sobre el origen y la evolución de los sistemas planetarios.

En palabras de uno de los investigadores principales del proyecto, “capturar imágenes de un cometa interestelar a decenas de millones de kilómetros de distancia, con un instrumento diseñado para Marte, es una demostración de lo que la ingeniería y la ciencia pueden lograr trabajando juntas”.

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