Tu vivienda habitual "ya no cuenta": cambian los criterios de lo que es ser un "gran tenedor"
Descubre cómo cambian las reglas para ser considerado un gran tenedor y por qué tu vivienda habitual ya no cuenta en esta nueva medida que afecta a muchos propietarios
La Generalitat de Catalunya ha dado un giro importante en su definición de “gran tenedor”, una categoría clave que afecta directamente a la fiscalidad y regulación del mercado inmobiliario. Según ha explicado el analista inmobiliario Sergio_Excellence_Circle, miles de propietarios dejan de ser considerados grandes tenedores gracias a los cambios introducidos por la Secretaría de Habitatge, tras dos años de lo que él define como “caos y confusión”.
La nueva definición introduce cuatro matices fundamentales que flexibilizan enormemente el criterio aplicado hasta ahora:
1️⃣ La vivienda habitual deja de contar en el cómputo total de inmuebles.
2️⃣ Los pisos situados en distintas zonas tensionadas ya no se suman entre sí.
3️⃣ En casos de copropiedad, se tendrá en cuenta solo la parte proporcional que posea cada propietario.
4️⃣ Y, en el caso de los edificios en propiedad, cada vivienda contará de forma individual, en lugar de computar el edificio completo como una única unidad.
Estos cambios, según el experto, suponen una auténtica rectificación encubierta después de años de incertidumbre y de la polémica aplicación del 20% de Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) a los denominados grandes tenedores.
“Han cambiado las reglas del juego justo después de aplicarlo”, critica Sergio, recordando que “ni la propia administración tenía claro quién lo era y quién no”.
Con esta modificación, muchos pequeños y medianos propietarios que se vieron atrapados por una definición imprecisa —y que llegaron a sufrir sanciones o cargas fiscales más altas— recuperan su situación anterior.
El debate, sin embargo, sigue abierto: ¿se trata de una rectificación necesaria o de una maniobra política para tapar los errores de gestión de los últimos años?
Lo cierto es que esta revisión marca un nuevo capítulo en el complicado equilibrio entre la protección del derecho a la vivienda y la seguridad jurídica de los propietarios.
Miles de afectados celebran la noticia, aunque muchos se preguntan si alguien asumirá la responsabilidad por las consecuencias que dejó el anterior modelo.
