Intel se dispara más de un 30 % tras anuncio de inversión estratégica de Nvidia
El valor en bolsa de Intel se disparó en pre-mercado este jueves tras conocerse que Nvidia destinará 5.000 millones de dólares para adquirir acciones ordinarias de Intel, en una operación que va más allá de una simple inyección de capital: ambas compañías colaborarán para desarrollar nuevos chips destinados a productos informáticos y centros de datos, en plena carrera por liderar la inteligencia artificial.
Las acciones de Intel subieron alrededor de un 28-30 % en la negociación pre-market después de que Nvidia anunciase que comprará acciones ordinarias de Intel al precio de USD 23,28 por acción.
Pero más allá del impacto bursátil, lo verdaderamente relevante es la apuesta estratégica. Nvidia e Intel han sellado un acuerdo para colaborar en el diseño de chips personalizados para PCs y centros de datos, integrando el poder de procesamiento de CPU de Intel con la capacidad de AI y de cómputo acelerado que domina Nvidia.
Para Intel, empresa que en los últimos años ha estado bajo presión frente a rivales como AMD y la hegemonía de Nvidia en el mercado de GPUs e infraestructura de AI, este acuerdo representa un respiro significativo. No solo recibe un voto de confianza tangible por parte de un líder del sector, sino que se abre una vía para recuperar impulso tecnológico y comercial.
Por su parte, Nvidia refuerza su estrategia de consolidación en AI como plataforma integral, no solo a través de sus GPUs, sino colaborando con otras capacidades de hardware complementarias como las CPU de Intel. Con ello busca asegurar una infraestructura más holística, un ecosistema robusto y posiblemente mejores márgenes de integración para sus plataformas.
Este anuncio también se produce en un contexto mayor: la reciente participación del Gobierno de Estados Unidos (que adquirió un 10 % de Intel mediante instrumentos asociados al programa CHIPS) demuestra la importancia estratégica de la industria de semiconductores en términos geopolíticos y de seguridad tecnológica.
Quedan por ver los detalles regulatorios del acuerdo, cómo se implementará técnicamente la colaboración en la producción de chips, y cuánto tardarán en materializarse los primeros productos conjuntos. Pero lo cierto es que hoy, el mercado ha expresado un claro optimismo sobre el futuro de Intel, gracias no solo al dinero fresco, sino al diseño de un pacto que podría definir la dirección del hardware en la era de la inteligencia artificial.