JAGUAR LAND ROVER

Jaguar Land Rover sigue "hundiéndose" y suspende la producción en sus principales instalaciones

Fábrica de Jaguar Land Rover. Foto: JLR.
Fábrica de Jaguar Land Rover. Foto: JLR.

Jaguar Land Rover (JLR), el mayor fabricante de automóviles del Reino Unido, ha confirmado este martes que extenderá la suspensión de su producción hasta el 1 de octubre de 2025, tras sufrir un grave ciberataque que ha afectado el funcionamiento de sus principales instalaciones en el país.

“Hoy hemos informado a nuestros compañeros, proveedores y socios que hemos prolongado la actual pausa en la producción hasta el miércoles 1 de octubre de 2025, tras el incidente cibernético”, señaló un portavoz de la compañía.
“Hemos tomado esta decisión para ofrecer claridad de cara a la próxima semana mientras desarrollamos la hoja de ruta para el reinicio gradual de nuestras operaciones y continuamos con la investigación”.

Dos fábricas clave paralizadas

La interrupción, que comenzó el pasado 31 de agosto, ha afectado directamente a las dos plantas más importantes de JLR en el Reino Unido: Halewood (en Merseyside) y Solihull (en West Midlands). Ambas instalaciones son fundamentales en la fabricación de modelos icónicos de Jaguar y Land Rover, por lo que la paralización ha tenido un impacto inmediato en toda la cadena de producción y distribución.

Hasta el momento, alrededor de 33.000 trabajadores han sido instruidos para permanecer en casa mientras se gestionan las consecuencias del ciberataque, lo que ha generado inquietud tanto entre empleados como en los eslabones de la cadena de suministro.

Ciberseguridad en el foco

El ataque ha puesto en evidencia la vulnerabilidad del sector automotriz ante amenazas cibernéticas, en un momento en el que los fabricantes dependen cada vez más de sistemas digitales y conectividad para operar sus líneas de producción.

Aunque JLR no ha detallado el alcance ni la naturaleza del ciberataque, sí ha confirmado que el incidente ha afectado los sistemas críticos de producción, lo que ha obligado a suspender de forma total las actividades de ensamblaje y logística en sus plantas principales.

La compañía trabaja ahora en el restablecimiento progresivo de sus operaciones y en la creación de una hoja de ruta que le permita retomar la actividad con garantías de seguridad. Este proceso, según han indicado, requerirá tiempo y coordinación estrecha con proveedores, técnicos y personal interno.

Impacto más allá de JLR

La prolongación de la parada no solo afecta a JLR, sino que también repercute en centenares de empresas del sector auxiliar y logístico que dependen directamente del ritmo de producción del fabricante británico. Desde proveedores de componentes hasta empresas de transporte, muchos actores de la cadena están ya sufriendo las consecuencias de esta crisis inesperada.

Además, la situación genera presión adicional en un mercado automovilístico global que aún se recupera de las disrupciones generadas por la pandemia y la escasez de semiconductores. Ahora, los ciberataques se suman como un nuevo factor de riesgo.


La extensión de la parada hasta el 1 de octubre es una señal de que los efectos del ciberataque son más serios de lo que se preveía inicialmente. Mientras tanto, Jaguar Land Rover deberá gestionar con cautela el impacto en su reputación, en su red de distribución y en la confianza de sus empleados y clientes, todo ello en un contexto donde la ciberseguridad ha pasado a ser un componente central en la continuidad operativa de cualquier gran empresa.

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