Porsche sufre fuerte caída bursátil, aplaza lanzamientos eléctricos y sale del DAX por primera vez desde su IPO
Porsche AG, el prestigioso fabricante alemán de autos deportivos de lujo, atraviesa uno de sus momentos más delicados desde su salida a bolsa en 2022. Este lunes, sus acciones cayeron alrededor de un 5,83 % hasta los 33,149 euros a las 9:48 CET, después de que la compañía admitiera que el despliegue de la electromovilidad está siendo más lento de lo previsto y que, por ello, postergará el lanzamiento de determinados modelos 100 % eléctricos.
Según explicó la compañía en un comunicado, el ajuste del calendario de producto implica tres movimientos clave: primero, el nuevo SUV situado por encima del Cayenne, originalmente proyectado como eléctrico, debutará antes con motores de combustión interna y versiones híbridas; segundo, Porsche prolongará la vida comercial de su generación actual de modelos de combustión e híbridos, manteniéndolos vigentes bien entrada la década de 2030; y tercero, el desarrollo de una plataforma orientada a futuros eléctricos de la próxima década se reprogramará para adecuarse a la evolución real de la demanda.
La decisión llega en un contexto complejo para la marca: ventas presionadas en China, impacto de los aranceles de EE. UU. sobre vehículos europeos y una demanda global de eléctricos de lujo por debajo de las expectativas iniciales. Este entorno ha obligado a Porsche a rebajar su guía: el margen de beneficio para 2025 se sitúa ahora en un máximo del 2 %, muy por debajo del rango del 5–7 % comunicado anteriormente; el margen EBITDA se recorta al 10,5–12,5 % frente al 14,5–16,5 % previo; y la reorientación estratégica conllevará depreciaciones y provisiones cercanas a 1.800 millones de euros en el ejercicio 2025.
En el frente bursátil, Porsche AG quedará excluida del DAX el 22 de septiembre de 2025, menos de tres años después de su incorporación al selectivo. Su plaza la ocupará Scout24 SE, mientras que Porsche pasará al MDAX, el índice de medianas capitalizaciones. La salida del principal índice alemán refleja la notable corrección acumulada por el valor en los últimos meses y el reconocimiento de que la compañía atraviesa una fase de transición estratégica más larga e incierta de lo previsto.
En conjunto, Porsche redefine su hoja de ruta: retrasa lanzamientos eléctricos, acelera híbridos y motores de combustión donde vea tracción comercial, y ajusta su ambición financiera a un contexto de mercado más exigente. El reto será ejecutar esta transición sin erosionar el posicionamiento de marca y recuperando la confianza del inversor conforme mejore la visibilidad sobre márgenes y calendario de nuevos productos.
