La bolsa de Hong Kong expulsa a Evergrande: así ha sido el desplome del Lehman Brothers chino

La crisis de Evergrande está teniendo un impacto profundo en el mercado inmobiliario chino y en la economía local. Evergrande, que fue el segundo promotor inmobiliario más grande de China y llegó a emplear a más de 200,000 personas, ahora es la empresa más endeudada del mundo, con una deuda que supera los 300,000 millones de dólares. Esta situación ha llevado a la compañía a la bancarrota y a la suspensión de su cotización en la Bolsa de Hong Kong desde el 25 de agosto. Evergrande acumuló esta deuda mediante préstamos agresivos para financiar la compra de terrenos y la construcción de proyectos diversos, pero no logró presentar un plan viable para reestructurar sus obligaciones financieras. El gobierno chino, al imponer límites estrictos al endeudamiento de los promotores inmobiliarios, restringió su acceso a más financiamiento, lo que agravó la crisis. Además, se descubrió que la empresa inflaba sus ingresos, lo que deterioró aún más la confianza de inversores y autoridades. El problema no se limita a Evergrande, ya que más de 50 desarrolladores enfrentan dificultades similares, provocando una caída en las ventas de viviendas y una bajada de precios en ciudades clave como Pekín y Shanghái. Los gobiernos locales, dependientes de la venta de terrenos para financiarse, también sufren pérdidas significativas. Esta situación refleja una desaceleración económica en China y un debilitamiento del sector inmobiliario, antes considerado el motor del crecimiento nacional. La comparación con la quiebra de Lehman Brothers en 2008 es inevitable, ya que ambas crisis surgieron por un excesivo endeudamiento y tuvieron consecuencias que afectaron a bancos, inversores y gobiernos. En definitiva, la caída de Evergrande es un claro síntoma de los riesgos asociados al crecimiento basado en deuda y un aviso sobre la posible magnitud de la crisis económica que enfrenta China.