CoreWeave firma nuevo contrato con OpenAI por hasta 6.500 millones USD
La empresa estadounidense CoreWeave ha anunciado un ambicioso contrato con OpenAI por hasta 6.500 millones de dólares, elevando el valor total de su colaboración hasta los 22.400 millones USD. Este acuerdo busca fortalecer la infraestructura necesaria para entrenar los modelos de IA de próxima generación, en un escenario marcado por una demanda creciente de capacidad de cómputo masivo.
CoreWeave, especializada en servicios de computación en la nube con alta capacidad gráfica (GPU), ha dado un paso más en su alianza estratégica con OpenAI al cerrar un nuevo contrato valorado en hasta 6.500 millones de dólares para respaldar el entrenamiento de sus modelos de inteligencia artificial más avanzados.
Este último acuerdo no es aislado, sino que se suma a dos compromisos previos alcanzados este mismo año: uno en marzo por 11.900 millones USD y otro en mayo por 4.000 millones. Con esta suma, la colaboración entre CoreWeave y OpenAI asciende ya a aproximadamente 22.400 millones USD.
El contexto de esta expansión contractual es el proyecto de infraestructura “Stargate” de OpenAI, que pretende desplegar una capacidad de cómputo monumental (hasta 10 gigavatios comprometidos), con una inversión global que podría llegar a los 500.000 millones USD. CoreWeave se consolida así como un socio indispensable para ofrecer los recursos de cómputo —tanto de entrenamiento como de inferencia— necesarios para los modelos de IA que demandan cada vez mayor velocidad, escala y especialización.
Para CoreWeave, este contrato representa una validación de su capacidad operativa y de su infraestructura: ya ha desarrollado una red considerable de centros de datos en EE.UU. y en Europa, y continúa invirtiendo en su capacidad para responder a las exigencias crecientes del mercado de inteligencia artificial.
Desde el punto de vista del sector tecnológico, este tipo de acuerdos reafirman varias tendencias clave: primero, la competencia feroz por ampliar la capacidad de cómputo (especialmente GPUs) entre proveedores de IA; segundo, el riesgo de cuellos de botella si no se invierte con anticipación en infraestructura física y logística; y tercero, el impacto que estos contratos tienen sobre acciones, inversiones, costes energéticos y regulaciones asociadas al uso intensivo de energía y al hardware especializado.
En definitiva, CoreWeave no solo consolida su rol estratégico en el ecosistema de IA sino que contribuye de manera tangible al escalado de capacidades que OpenAI necesita para sus proyectos futuros. Para inversores, tecnólogos y empresas que dependen de la IA, estos acuerdos representan no solo cifras millonarias, sino señales claras de hacia dónde se dirige la infraestructura clave del sector.