El gigante tecnológico anuncia un hito sin precedentes con su procesador Willow, capaz de realizar millones de operaciones cuánticas en segundos con precisión casi perfecta.

El futuro ya está aquí: Google logra un avance cuántico que podría cambiar la informática para siempre

Google Quantum AI ha anunciado un logro que podría redefinir el futuro de la computación: la primera “ventaja cuántica verificable” de la historia. Impulsado por su nuevo procesador Willow, el avance supone un paso tangible hacia el ordenador cuántico funcional, capaz de resolver en segundos problemas imposibles para los sistemas clásicos más avanzados.

Google
El futuro ya está aquí: Google logra un avance cuántico que podría cambiar la informática para siempre

En un comunicado publicado este miércoles, Google explicó que el chip Willow, desarrollado con circuitos superconductores, cuenta con 105 qubits —las unidades fundamentales de la computación cuántica— y una fidelidad del 99,9%, lo que le permite ejecutar millones de operaciones en segundos con precisión casi perfecta.

El experimento utilizó el algoritmo Quantum Echoes, diseñado para analizar la dinámica de los sistemas cuánticos y demostrar una potencia de cálculo más allá del alcance de cualquier superordenador clásico. Según la compañía, este avance marca “la primera demostración verificable y práctica de una ventaja cuántica”, un concepto que hasta ahora se consideraba principalmente teórico.

“Este resultado consolida nuestro trabajo como uno de los experimentos más complejos en la historia de la computación cuántica”, señaló el equipo de Google Quantum AI, destacando que el objetivo final sigue siendo construir un ordenador cuántico tolerante a errores.

Un salto frente a los límites del silicio
El anuncio llega tras varios años de investigación y avances progresivos. En 2019, Google ya había logrado un experimento “más allá de lo clásico” con su procesador Sycamore, aunque sin verificación independiente completa. En 2023, presentó su primer prototipo de corrección de errores cuánticos, un paso esencial hacia sistemas estables.

El salto de Willow supone un avance cuantificable y comprobado, con validaciones internas y externas que demuestran que los resultados del chip no pueden reproducirse mediante computación tradicional, incluso con los superordenadores más potentes del mundo.

Reacciones e impacto global
Expertos en el sector han calificado el anuncio como un punto de inflexión tecnológico. Según el físico teórico John Preskill, quien acuñó el término “quantum advantage”, este logro “marca el inicio de la era de la utilidad cuántica”, donde los sistemas dejan de ser meros experimentos académicos y comienzan a tener aplicaciones reales en optimización, simulación y criptografía avanzada.

Empresas como IBM y Intel, que también desarrollan procesadores cuánticos, felicitaron el avance, aunque recalcaron la necesidad de mantener la cautela sobre su escalabilidad industrial.

En los mercados, las acciones de Alphabet (matriz de Google) registraron un aumento del 3,4% en el premarket tras el anuncio, impulsadas por el entusiasmo de los inversores ante la posibilidad de monetizar la computación cuántica en sectores como la energía, las finanzas o la biomedicina.

El hito de Google no solo reconfigura la competencia en la carrera cuántica, sino que abre la puerta a una nueva era de cálculo donde los límites actuales dejan de existir. El desafío ahora será trasladar esta potencia experimental a la realidad industrial, construyendo sistemas tolerantes a errores que puedan transformar industrias enteras.

Comentarios