Lukoil se retira del extranjero: el segundo mayor productor ruso liquida sus activos internacionales tras las sanciones de Trump
El grupo Lukoil, segundo mayor productor de petróleo de Rusia, anunció este martes la venta de todos sus activos internacionales, una decisión que marca un punto de inflexión en la industria energética rusa. La operación se enmarca en una licencia de liquidación emitida por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos, con opción de prórroga para garantizar la continuidad temporal de las operaciones. El anuncio llega pocos días después de que el presidente Donald Trump impusiera duras sanciones contra Lukoil y Rosneft por su papel en la guerra de Ucrania.
Una retirada forzada del mercado global
Lukoil, con sede en Moscú y responsable de aproximadamente el 2 % de la producción mundial de crudo, confirmó que su salida del extranjero afecta a sus principales activos estratégicos, incluyendo:
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El yacimiento West Qurna 2 en Irak, donde posee el 75 % de participación.
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La refinería Neftohim Burgas en Bulgaria.
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La refinería Petrotel en Rumania.
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Además de operaciones activas en Asia Central, África y América Latina.
Fuentes del mercado petrolero apuntan a que la empresa busca minimizar el impacto de las sanciones y proteger sus operaciones domésticas, en un entorno en el que el acceso a divisas extranjeras y tecnología occidental se ha vuelto cada vez más limitado.
Sanciones que reconfiguran la energía mundial
Las sanciones del 22 de octubre, anunciadas por Trump, incluyen el bloqueo financiero de las principales petroleras rusas, la restricción de exportaciones y la prohibición de operar con empresas o intermediarios estadounidenses. A ellas se sumaron las medidas del Reino Unido, que impuso restricciones sobre 44 buques de la “flota en la sombra” rusa, utilizados para sortear el tope de precios del petróleo impuesto por Occidente.
Analistas energéticos consideran que la decisión de Lukoil “es un golpe directo a la proyección internacional del sector energético ruso”, debilitando su presencia en mercados clave y acelerando la fragmentación del comercio global de crudo.
La OFAC supervisará el proceso de liquidación
Según el comunicado oficial, la OFAC supervisará la desinversión bajo una licencia de liquidación temporal, lo que permitirá a Lukoil completar la venta de sus filiales y contratos en curso sin violar las restricciones internacionales. Esta autorización excepcional busca evitar una interrupción abrupta del suministro en regiones dependientes del petróleo ruso, como los Balcanes y Oriente Medio.
Sin embargo, las condiciones impuestas por Washington impiden que los compradores sean entidades registradas en países sancionados, lo que limita significativamente el margen de maniobra del grupo ruso para colocar sus activos.
Repercusiones en el mercado energético
El anuncio provocó una leve subida del precio del crudo Brent, que superó los 65,70 dólares por barril tras conocerse la noticia, en previsión de una reducción del suministro procedente de Rusia. Los mercados interpretan el movimiento como un signo de debilitamiento estructural del sector energético ruso y una reconfiguración del mapa global del petróleo, con Asia y Oriente Medio como posibles beneficiarios.
“Lukoil está sacrificando su presencia internacional para salvar su núcleo doméstico”, advirtió Viktor Biryukov, analista de la consultora EnergyVision. “Si pierde sus activos en Irak y Europa del Este, será casi imposible que recupere ese terreno en el futuro”.
Rusia, en busca de nuevos compradores
Mientras tanto, el Kremlin ha defendido la decisión como una “reorganización estratégica temporal”, y aseguró que Moscú trabaja para redirigir la cooperación energética hacia países “amigos”, especialmente China, India y Turquía. Sin embargo, diplomáticos europeos sostienen que la medida confirma “el aislamiento progresivo del sector petrolero ruso”.
