Meta, bajo la lupa en Italia: medidas provisionales por WhatsApp Business y chatbots de inteligencia artificial
La Autoridad de Competencia Italiana (AGCM) anunció este miércoles la apertura de un procedimiento para adoptar medidas provisionales en el marco de la investigación por un presunto abuso de posición dominante de Meta Platforms Inc. en el mercado de servicios de chatbots de inteligencia artificial (IA). El organismo señala que las nuevas Condiciones de la Solución WhatsApp Business, introducidas el 15 de octubre, podrían limitar la producción, el acceso al mercado y los avances técnicos, en perjuicio de los consumidores y en posible vulneración del artículo 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE).
En su comunicado, la AGCM advierte además de que la conducta de Meta podría dañar de forma “grave e irreparable” la competitividad del mercado, apoyándose en la limitada disposición de los usuarios a cambiar de servicio una vez que adoptan una plataforma. Ese comportamiento de bloqueo de facto dificultaría la entrada y expansión de competidores en un segmento emergente como el de los chatbots de IA integrados en aplicaciones de mensajería.
Sospechas sobre las nuevas condiciones de WhatsApp Business
El punto central de la actuación del organismo italiano se sitúa en las nuevas condiciones de uso de la Solución WhatsApp Business, en vigor desde el 15 de octubre. Según la AGCM, los cambios introducidos por Meta podrían traducirse en restricciones directas o indirectas para empresas y desarrolladores que utilizan la plataforma como canal de servicio al cliente, automatización de respuestas o integración de chatbots.
El regulador teme que, bajo la apariencia de una actualización contractual, se establezcan cláusulas que limiten la interoperabilidad, condicionen el acceso o encarezcan el uso de la herramienta para determinados operadores, especialmente aquellos que compiten con las propias soluciones de IA de Meta u ofrecen servicios alternativos. Este tipo de modificaciones, en un entorno donde WhatsApp cuenta con una posición masiva en términos de usuarios, podría inclinar el mercado de forma decisiva a favor del gigante tecnológico.
Posible vulneración del artículo 102 del TFUE
La AGCM enmarca sus sospechas en el artículo 102 del TFUE, que prohíbe el abuso de posición dominante por parte de una empresa capaz de distorsionar de manera significativa la competencia en el mercado. El foco no está en el tamaño de Meta en sí mismo, sino en el posible uso de su peso para cerrar el paso a rivales o frenar la innovación de terceros.
El organismo italiano apunta a que las nuevas condiciones podrían «limitar la producción, el acceso al mercado o los avances técnicos en el mercado de servicios de chatbots de IA, en detrimento de los consumidores». En la práctica, esto podría traducirse en menos opciones para las empresas que buscan soluciones de atención automatizada, menor diversidad de proveedores y una reducción del ritmo de innovación, al tener que ajustarse a reglas definidas por un solo actor dominante.
Riesgo de daño “grave e irreparable” a la competencia
Uno de los elementos más relevantes del comunicado es la referencia explícita al riesgo de un daño “grave e irreparable” a la competitividad del mercado. La AGCM subraya que la “limitada propensión de los consumidores a cambiar sus hábitos” juega a favor de Meta: una vez que usuarios y empresas se acostumbran a un canal —en este caso, WhatsApp—, resulta más difícil migrar a alternativas, incluso si las condiciones empeoran.
Ese fenómeno, conocido como efecto de bloqueo (lock-in), es particularmente crítico en mercados digitales de plataforma, donde el valor del servicio aumenta con el número de usuarios conectados. Si Meta aprovechara esa ventaja para imponer condiciones restrictivas, el espacio para que nuevos competidores ofrezcan chatbots de IA dentro o fuera del ecosistema de WhatsApp se vería considerablemente reducido.
Qué son las medidas provisionales y por qué importan
El anuncio no supone todavía una sanción, pero la apertura del procedimiento para adoptar medidas provisionales indica que la AGCM considera urgente actuar antes de que los posibles efectos anticompetitivos se consoliden. Estas medidas pueden incluir, entre otras, la suspensión temporal de determinadas cláusulas, la obligación de mantener condiciones previas o la imposición de compromisos que garanticen un trato no discriminatorio a terceros.
El objetivo es preservar el funcionamiento competitivo del mercado mientras continúa la investigación de fondo. Si el regulador concluyera más adelante que ha habido abuso de posición dominante, podría imponer multas, ordenar cambios estructurales o exigir la modificación permanente de las condiciones contractuales.
Meta, bajo escrutinio por su poder en el ecosistema de mensajería
El caso se inscribe en un contexto más amplio de mayor vigilancia regulatoria sobre grandes plataformas tecnológicas en Europa. Meta, propietaria de WhatsApp, Facebook e Instagram, concentra una enorme capacidad de influencia sobre cómo se comunican los usuarios y las empresas, y sobre qué servicios de terceros pueden integrarse en su ecosistema.
En el terreno específico de la IA y los chatbots, la compañía está impulsando sus propias soluciones, al tiempo que controla el acceso de competidores a una de las principales vías de comunicación digital. Este doble papel —al mismo tiempo operador de infraestructura y rival directo de otros proveedores— es uno de los factores que más preocupan a los reguladores de competencia.
Impacto para empresas y consumidores
Para las empresas que utilizan WhatsApp Business como canal comercial o de atención al cliente, el desenlace de este procedimiento puede ser determinante. Si se confirmaran las sospechas de la AGCM, podrían encontrarse con un entorno menos abierto, con menos libertad para elegir proveedores de chatbots de IA o con costes adicionales ligados al uso de soluciones distintas a las de Meta.
Para los consumidores, el riesgo es más difuso, pero no menos relevante: menos competencia en el mercado de servicios de IA significa menos innovación, menos variedad de productos y, potencialmente, peor calidad o precios más altos en servicios asociados, aunque estos se presenten como “gratuitos” a primera vista.
Un caso que trasciende las fronteras italianas
Aunque la investigación la lidera el regulador italiano, las cuestiones planteadas tienen un alcance europeo. La referencia directa al artículo 102 del TFUE y a la posible distorsión del mercado por un actor dominante sugiere que las conclusiones de la AGCM podrían alimentar futuras actuaciones de otras autoridades nacionales o incluso de la Comisión Europea.
En un momento en que la UE impulsa un marco normativo más estricto para las grandes plataformas y para la inteligencia artificial, el expediente abierto contra Meta en Italia se convierte en un termómetro de hasta dónde están dispuestas a llegar las autoridades para evitar que la posición de los gigantes tecnológicos se traduzca en barreras de entrada en mercados emergentes. El resultado de este caso puede marcar un precedente clave para el desarrollo competitivo de los servicios de IA integrados en las aplicaciones que millones de personas utilizan a diario.
