La inmobiliaria que sube al ritmo del dividendo: una señal para inversores

Metrovacesa: duplica en bolsa tras anunciar un dividendo histórico pese a ganar menos

Metrovacesa registró este lunes una subida superior al 8% en bolsa después de confirmar que duplicará su dividendo anual hasta los 239,8 millones de euros, a pesar de haber reducido sus ingresos un 4,3% en los nueve primeros meses del año. La compañía refuerza su apuesta por la rentabilidad al accionista en un contexto de moderación operativa y presión en el sector.

URBAN LAND INSTITUTE
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La reacción del mercado ha sido inmediata. Metrovacesa ha repuntado con fuerza en el Ibex tras desvelar un dividendo extraordinario que elevará hasta 1,12 euros por acción el pago previsto para diciembre, consolidando un reparto total cercano a 240 millones de euros en 2025. El incremento supone más que duplicar la retribución del ejercicio anterior y sitúa la rentabilidad por dividendo en torno al 15%, una de las más altas del mercado español.

Todo ello llega en un contexto en el que la compañía ha reducido sus ingresos un 4,3% hasta septiembre, con una facturación de 267 millones. Sin embargo, lo relevante para los inversores no ha sido la cifra de ventas, sino la capacidad de la compañía para generar caja y mantener márgenes. Metrovacesa entregó 812 viviendas en el periodo, con un margen bruto del 22,5% y un flujo operativo previsto superior al estimado inicialmente gracias a una gestión más eficiente del circulante y a la venta de suelo selectiva.

El mensaje que lanza la empresa es claro: incluso sin crecer en ingresos, es posible generar valor mediante disciplina financiera y retribución directa al accionista. Esta estrategia contrasta con la tendencia dominante en otras promotoras, más centradas en volumen y rotación que en rentabilidad inmediata.

Para los analistas, el movimiento es especialmente significativo en un sector donde la subida de tipos, el encarecimiento de materiales y las dificultades de acceso a hipotecas han ralentizado el ritmo de preventas y entregas. Metrovacesa opta por blindar la confianza del mercado reforzando su política de dividendo en lugar de posponer pagos o reducir expectativas.

El anuncio ha coincidido además con un momento clave para el sector inmobiliario español: con la demanda moderándose y la oferta escaseando en determinadas zonas, los inversores prestan cada vez más atención a la estabilidad de los márgenes y al perfil de caja más que al crecimiento puro. En este sentido, el ejemplo de Metrovacesa podría presionar a otras compañías a revisar sus propias políticas de pago a accionistas para no quedar atrás en atractivo bursátil.

No obstante, también existen riesgos. La reducción en ingresos podría prolongarse si la entrega de viviendas previstas para el último trimestre se ralentiza por factores externos. El negocio del suelo, que ha sido clave en la caja del año, también presenta ciclos largos y está expuesto al entorno macroeconómico.

Pese a ello, el mercado ha interpretado la señal de Metrovacesa como un gesto de fortaleza y previsibilidad. En momentos de incertidumbre, la retribución directa —y más aún cuando es extraordinaria— se convierte en un argumento decisivo para atraer y retener inversores.

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