Nvidia se desploma ante avance de Google en la guerra de la IA
Nvidia sufre una caída histórica en su valor bursátil tras la entrada de Google con su modelo Gemini 3, que utiliza chips propios para romper la dependencia tecnológica. Un cambio que redefine el mercado de la inteligencia artificial y sacude a gigantes como AMD y Oracle.
La batalla por el dominio en inteligencia artificial acaba de sufrir un giro inesperado. Nvidia, aquella empresa que hasta hace poco parecía invencible en el terreno de los chips para IA, ha sufrido una caída brutal que ha borrado miles de millones de dólares de su capitalización bursátil. Pero, ¿qué ha llevado a este terremoto financiero? La respuesta apunta directo hacia Google, que con su nuevo modelo Gemini 3, entrenado en chips propios, está cambiando las reglas del juego.
El derrumbe de Nvidia: un fenómeno sin precedentes
En una sola jornada, Nvidia perdió alrededor de 150.000 millones de dólares en valor de mercado. No es sólo una fluctuación típica: hablamos de un desplome masivo que también arrastró a gigantes como AMD, Supermicro y Oracle. ¿La razón? La dependencia tecnológica que Nvidia ahora ve amenazada con fuerza por Google.
Estos movimientos en bolsa no sólo reflejan ansiedad del mercado, sino una clara señal de que los inversores están reevaluando el panorama tecnológico. Nvidia, hasta hace poco la estrella indiscutible en chips para inteligencia artificial, se encuentra ante un rival que no sólo compite, sino que apuesta a la autarquía tecnológica.
Impacto en el mercado bursátil
La sangría continúa: en el último mes, Nvidia ha perdido cerca de 700.000 millones de dólares en valoración. La pregunta que muchos se hacen: ¿Estamos frente a un cambio de era en la industria tecnológica? La comparación con “una reconfiguración total del mercado” no suena para nada exagerada.
Gemini 3: la apuesta estratégica de Google
Google no ha entrado tímidamente, sino pisando fuerte. Su nuevo modelo, Gemini 3, no solo promete un salto en capacidad y eficiencia, sino que además está desarrollado con chips propios, reduciendo su dependencia tradicional de Nvidia. Esto le otorga una ventaja crucial en competencia tecnológica y financiera.
Para ponerlo en perspectiva, imagina el impacto que esto tiene en clientes clave: Meta, por ejemplo, mira con interés hacia esta propuesta para desplazar sus sistemas actuales. La guerra no es sólo por innovación, sino por contratos millonarios y cuotas de mercado con los grandes de la industria.
¿Qué significa esto para el futuro de los chips de IA?
El desarrollo de chips propios por parte de Google plantea una pregunta inevitable: ¿será este el inicio del fin para la hegemonía de empresas como Nvidia? La capacidad de una gran compañía para controlar más etapas de la cadena de valor puede desencadenar una nueva dinámica, más agresiva y menos dependiente de terceros.
Repercusiones más allá de Nvidia
No obstante, Nvidia no es la única afectada. Compañías como AMD y Oracle también sintieron el temblor en sus acciones, reflejando la interconexión del ecosistema tecnológico. A medida que una pieza se mueve, el tablero completo se reacomoda, con ganadores y perdedores emergentes.
Esta volatilidad no hace más que confirmar que la carrera por dominar la inteligencia artificial se intensifica, y con ello, la apuesta de las grandes tecnológicas a innovaciones disruptivas que pueden cambiar no sólo su futuro, sino el de toda la industria.
