Gigantes unidos en el semiconducto: Nvidia refuerza su apuesta por Intel

Nvidia invierte 5.000 millones de dólares en Intel y sella una colaboración estratégica para liderar la IA

Nvidia ha dado un paso decisivo al anunciar una inversión de 5.000 millones de dólares en acciones ordinarias de Intel a 23,28 dólares por acción, al mismo tiempo que ambas compañías revelaron un acuerdo para desarrollar en conjunto productos para centros de datos y ordenadores personales.

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Nvidia invierte 5.000 millones de dólares en Intel y sella una colaboración estratégica para liderar la IA

Desde Silicon Valley hasta los principales centros de innovación, el anuncio de este jueves sacude el tablero competitivo del sector de semiconductores. Nvidia, cuyo liderazgo en inteligencia artificial ha definido buena parte de la nueva ola tecnológica, ha decidido apostar fuerte por Intel, empresa que durante los últimos años ha enfrentado grandes retos ante la exigencia de la nueva era de la computación acelerada.

El acuerdo contempla que Nvidia adquiera acciones ordinarias de Intel por valor de 5.000 millones de dólares, a un precio unitario de 23,28 dólares. Esa cifra está sujeta a aprobaciones regulatorias, como es habitual en operaciones de esta magnitud. 

Pero la operación va más allá de una simple inversión financiera: ambas empresas se comprometen a desarrollar de forma conjunta varias generaciones de productos personalizados para centros de datos (data centers) y PCs. Nvidia aportará su tecnología de inteligencia artificial y computación acelerada, mientras Intel contribuirá con sus CPUs x86, su experiencia en fabricación y sus innovaciones en empaquetado avanzado (packaging) y tecnologías de proceso. 

Un elemento clave es la utilización de NVLink, la interconexión de alta velocidad de Nvidia, para integrar estrechamente las arquitecturas de CPU y GPU entre ambas compañías. En concreto, se menciona el diseño conjunto de CPUs personalizados x86 que permitan una integración eficiente con GPUs RTX de Nvidia, y el desarrollo de “SoCs” (system-on-chip) que unen CPU y GPU en un solo paquete, especialmente enfocados a portátiles ligeros, equipos compactos y ordenadores de escritorio que demandan altas prestaciones gráficas sin necesidad de tarjetas gráficas discretas separadas. 

El mercado reaccionó con fuerza: las acciones de Intel se dispararon entre un 28 % y 30 % en la apertura (premarket), reflejo de la confianza de los inversores en la capacidad de la compañía para remontar mediante esta colaboración. Nvidia también vio un pequeño alza, aunque menos dramático.

Para Intel, últimamente ha sido imprescindible encontrar vías para recuperar terreno frente a rivales como AMD, empresas que utilizan arquitecturas distintas o apuestan fuerte por la IA. Además, Intel ya contaba con el respaldo del gobierno de EE.UU., que tomó una participación del 10 % en la empresa apenas el mes anterior, así como inversiones de actores como SoftBank. Este despliegue no solo apunta a una rescisión financiera, sino a una transformación estratégica.

Jensen Huang, CEO de Nvidia, describió el pacto como la fusión de dos plataformas de clase mundial —su stack de IA acelerada y la arquitectura CPU-x86 de Intel— con el objetivo de expandir ecosistemas y sentar las bases de la próxima era computacional. Por su parte, Lip-Bu Tan, al mando de Intel, enfatizó que las fortalezas de Intel en fabricación, empaquetado y su legado en CPU serán complementarias al liderazgo en IA de Nvidia, permitiendo “descubrimientos industriales” que hasta ahora parecían lejanas promesas. 

Aunque los detalles exactos de los productos aún están por concretarse, la señal al mercado ya está clara: la IA no solo redefine productos, redefine alianzas, estructuras industriales y hasta los modelos de negocio de los grandes actores. Para Intel, esta es una oportunidad para redefinirse; para Nvidia, una manera de solidificar un dominio que sigue ampliándose.

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